Paolo Bettini, excampeón del mundo y exseleccionador de Italia, iba a capitanear el proyecto ciclista de Fernando Alonso. Incluso dejó su cargo como técnico de la Azzurra, pero el equipo no salió en 2015, la temporada que habían fijado el asturiano y su entorno. Antes, también naufragaron las negociaciones para comprar la licencia de Euskaltel, finalmente desaparecido en 2013. Bettini habló en el Tour Down Under sobre el fallido proceso de creación de la estructura: “Trabajamos durante cinco meses y la escuadra estuvo hecha al 70%. Habíamos realizado contratos preliminares con 15 corredores, disponíamos de directores y nos sentíamos listos para arrancar. Y, de repente, en mayo de 2014, todo acabó. No sé explicar el motivo”. Bettini afirmó que Alonso "se disculpó" con él por no poner en marcha sus planes.

El piloto de F-1 deseaba lanzar “un importante equipo para acudir a las grandes vueltas”. Contaba con el respaldo de la Unión Ciclista Internacional (UCI) y la bendición del pelotón, que consideraban su aterrizaje "una magnífica oportunidad para expandir los horizontes" de su deporte. En una reciente visita a FITUR, su representante, Luis García Abad, reavivó los rumores: "La idea se encuentra en stand by. En este 2016 no vamos a comenzar, seguro. ¿Para 2017? Depende de otros factores y de que las circunstancias se den a favor, no sólo de nosotros". El Grillo ofreció una última opinión: "Seguro que Fernando no quiere que la historia termine así, con esa impresión de fracaso. Se trata de un apasionado de las bicis y regresará para intentarlo". Deberían retomar ya el papeleo que requiere la UCI para conseguir una licencia... y culminarlo después de muchos pasos en falso.