El sol apareció por fin en la 61ª Vuelta a Andalucía para alumbrar otra gran victoria de Juanjo Lobato, tercera de la temporada y segunda aquí, y la coronación de Chris Froome en su primera carrera del año, por delante de un siempre batallador Alberto Contador. Nombres propios de una ronda que tuvo emoción en todas sus jornadas y que finalmente se resolvió por sólo dos segundos en favor del británico.

Froome ya había advertido el día anterior: “Si algo he aprendido de correr con Contador, es que nunca se da por vencido. Todavía queda un repecho en la llegada de Alhaurín de la Torre donde se resolverá todo”. Y la resolución fue que el keniano de nacimiento, sexto en la meta, retuvo el maillot rojo de ganador de la Vuelta a Andalucía y, de paso, arrebató el jersey azul de los puntos al español, que se clasificó noveno en la clausura.

Contador hizo amago de probar. No conocía la dureza del repecho final, pero por si acaso colocó al Tinkoff a tirar cuando restaban seis kilómetros, justo después de cazar al último fugado, Paterski. El orden se descontroló en cabeza de la carrera, quizá por el viento, quizá por el empuje de otros equipos como el CCC. A falta de un kilómetro arrancó Theuns, que fue devorado cómo y cuándo quiso por un Lobato fulgurante. Froome no aceptó sorpresas y entró por delante del ‘Pistolero’, que al menos se marcha a casa con una muesca de categoría en su cinturón: la victoria en la etapa reina de Hazas Llanas.

Mención especial merece la victoria de Lobato, que esta temporada ya ha protagonizado tres de los siete triunfos que suma el Movistar. El gaditano de Trebujena, de 26 años, se ha anotado una etapa del Down Under y dos en esta Ruta del Sol, con un denominador común: las metas en repecho. En Alhaurín volvió a vencer sobrado, ante un rival de nivel como John Degenkolb. Lobato crece mucho como ciclista y ya dirige sus miras más arriba: la Milán-San Remo, el 22 de marzo, una carrera donde fue cuarto en su debut en 2014. Tiene la Classicissima en las piernas.