ASO, la empresa organizadora del Tour de Francia, desestimó ayer profundizar sobre la sanción a Lance Armstrong y se limitó a emitir un comunicado: "Estamos a la espera de la toma de las importantes decisiones de las instancias competentes en este caso, la USADA y la UCI, antes de hacer ningún comentario al respecto".

Pese a no hacerlo público, el malestar en el Tour es muy grande, porque siente la amenaza de que siete años de su historia queden borrados con la descalificación de Armstrong, a quien además sustituirían algunos ciclistas relacionados con el dopaje.

El Tour ya vivió dos experiencias recientes con los positivos de Floyd Landis (2006) y Alberto Contador (2010), cuyos títulos recayeron en Óscar Pereiro y Andy Schleck, respectivamente.

En 2006, L'Équipe se marcó un editorial en el que proponía dejar vacante el título, una opción que respaldaba el propio Tour, aunque nunca lo hizo público. Según tanteó ayer AS, la posibilidad de poner el ganador en blanco sería una solución que la organización de la ronda francesa vería con mejores ojos que la coronación de otros campeones.