El Tourmalet es el juez

Ciclismo | Tour 2010

El Tourmalet es el juez

El Tourmalet es el juez

getty

Hoy, final centenario. Contador: "Si puedo decidir el Tour lo haré"

El Tourmalet de las mil y una historias y pesadillas vivirá hoy una más, la definitiva en este Tour entre dos, cien años y un día después de que esta prueba conociera colosos como el Tourmalet.

Desde Luz-Saint-Saveur y hasta la cima que honra la memoria de Jacques Goddet, Alberto Contador y Andy Schleck romperán la paz que sellaron en la visita fugaz del martes a este puerto centenario. Sólo ocho segundos les separan.

El de Pinto es también mejor que él en la contrarreloj (sábado, en Burdeos sobre 52 kilómetros), así que el Tour está en su mano. Sólo falta la puntilla y evitar un mal día que hasta la fecha no ha tenido. "Si puedo decidir el Tour en el Tourmalet lo voy a hacer. De todos modos deberé correr con inteligencia porque al margen de la carga histórica que supone vencer en el Tourmalet, lo más importante es llegar de amarillo de París", dijo ayer Contador.

El luxemburgués se da una "última oportunidad". La definitiva. Sólo los papeles de los directores deportivos saben cómo llegará la carrera hasta la falda del Tourmalet. El Marie Blanque y el Soulor (dos de 1ª) deberían ser de castigo más que de condena. Puede que el Saxo Bank trate de acelerar la marcha en estos primeros obstáculos para dejar a Contador sin gregarios. No lo tendrán fácil. Dani Navarro ha marchado tranquilo estos días para recuperar fuerzas. Y Vinokourov está en forma. Ellos son los dos principales valedores de Alberto.

Samuel-Menchov.

La pugna por el tercer puesto también promete. Trece segundos separan a Samuel Sánchez y Menchov. ¿Alguno se atreverá a ir a por los intocables?

Para añadirle drama, la previsión climática anuncia una jornada infernal con lluvias y tormentas. Y aparte de los favoritos, muchos tienen apuntada esta etapa histórica. Es quizás la de más caché de todo el Tour. Y también hay un cierto pique en el pelotón tras las tres victorias francesas consecutivas. Muchos quieren cortarles la racha.