Lance Armstrong anunció ayer que disputará el próximo Tour de Francia. Lo hizo desde su página web en el día en que iniciaba en Tenerife su concentración con el equipo Astaná.

"Me comprometo a correr para el mejor muchacho", se puede leer en su comunicado oficial, se supone que en referencia a Contador. "Vamos a atenernos al mismo código: el ciclismo es un deporte de equipo en el que todos queremos ganar", es su segunda y última frase en el anuncio oficial de que Armstrong va a disputar el Giro de Italia y el Tour de Francia en el próximo año.

El texano se adelanta así a una noticia que, hacia un lado u otro, todo el mundo esperaba que desvelara el jueves, día en que estaba prevista la única conferencia de prensa que el equipo había programado en esta concentración que se alargará hasta el día 8.

Ayer fue el primer día de trabajo y Armstrong, 37 años y tres temporadas de inactividad, volvió a sentirse ciclista profesional en un entrenamiento que sólo duró dos horas, muy suave y sin grandes cuestas. Unos 70 kilómetros por el sur de Tenerife, zona en la que el equipo ha instalado su base de operaciones.

Maillot de Livestrong.

El siete veces ganador del Tour de Francia (1999 a 2005) no vistió el maillot del Astaná en el entrenamiento del equipo. El contrato con el equipo no empieza hasta el día 1 de enero y, aunque este año no tiene compromiso firmado con ningún otro equipo y seguramente lo podría haber vestido, lució un maillot amarillo y negro con el nombre de Livestrong como toda publicidad. Es el nombre de su fundación contra el cáncer y el motivo de su retorno. Armstrong quiere relanzar por el mundo su mensaje de lucha contra esta enfermedad y recaudar dinero para potenciar su fundación.

Haimar Zubeldia, también nuevo en el equipo, sí tiene compromiso con el Euskaltel hasta final de año. Y por eso vistió el maillot del equipo vasco. "Yo fui en el otro grupo de entrenamiento, no le he visto rodar y no puedo decir qué tal está Lance", cuenta Haimar. "Pero yo le veo muy buena pinta. Quizás algo más musculado que la última vez que coincidimos. Pero parece que está muy bien de peso".

En el entrenamiento, nada más empezar, Armstrong sufrió un pequeño contratiempo. Apenas había recorrido dos kilómetros y se tuvo que parar. La rueda trasera rozaba, pero los mecánicos arreglaron el problema en un momento.

A sus 37 años y después de tres temporadas inactivo, se ha vuelto a vestir de ciclista.