A Igor Antón le encanta su profesión. Sin embargo, a sus 34 años y con una niña recién nacida, Udane, reconoce que se ha convertido en una persona más familiar: “Con este Giro llevo ya 18 grandes. Las he disfrutado todas y cada vez me cuesta más salir de casa”. Lo dice con la misma naturalidad con la que se expresa sobre su rendimiento en la ronda italiana: “He guardado mis fuerzas para intentar dar una pincelada en la última semana. Lo probé desde la escapada en las subidas del Mortirolo y el Stelvio. Me pegué una paliza brutal, y no pudo ser. Veremos en estas tres oportunidades de montaña que faltan hasta Milán”.

Al vizcaíno le reclaman los aficionados en las localidades de partida y llegada: “Me hace ilusión que se acuerden por mi victoria en el Zoncolan (en 2011). Se trató de uno de mis mejores días sobre la bicicleta junto al de la Vuelta en Bilbao (también en 2011)”. En esta edición comparte equipo, el Dimension Data, y vivencias con Omar Fraile: “Le he dicho que ese triunfo en Bagno di Romagna le cambiará, para bien, para siempre. Como soy mayor, espero que escuche y que seleccione y aproveche sus ocasiones. Le aguarda un brillante porvenir”.

Italia motiva a Antón. Debutó en una carrera de tres semanas en el Giro, en 2005. Entonces vistió la tumba de Marco Pantani, uno de sus ídolos de la infancia. Aparte de sus actuaciones a nivel individual, colaboró en la maglia rosa de Nairo en 2014: “Aunque en la Vuelta he ganado cuatro etapas, aquí he completado algunas de mis tardes más bonitas y he trabajado duro en la conquista del título de Quintana. La satisfacción de cumplir te deja muy feliz”.

Después de la desaparición del Euskeltel, para el que compitió de 2004 a 2013, corrió para el Movistar en 2014 y 2015. Y en 2016 fichó por el Dimension sudafricano: “Me vino fenomenal. Pasé de un ambiente casero, que facilita más, a descubrir otro idioma y otra cultura. Además, la escuadra cuenta con un lado solidario que me gusta mucho”. Respecto al futuro, no se pone fecha de caducidad: “Se comprobará al acabar la temporada. Le doy valor a disfrutar y aportar, no sólo a lo económico. De momento, al lío en lo que resta de Giro 100”.