Llega el territorio de los 'grimpeurs'

Ciclismo | La ruta del Tour

Llega el territorio de los 'grimpeurs'

Hoy comienzan los Alpes. Los aficionados siempre hemos admirado con mayor énfasis a los corredores que planean majestuosamente por las altas cumbres. Los más grandes campeones han destacado como es lógico en esta faceta, pero además han existido ciclistas dotados especialmente para esta función, los grimpeurs, de los que en España hemos tenido amplia muestra. No existe un tipo concreto de escalador. Los hay de pequeña talla y escaso peso, capaces de imprimir a la bicicleta bruscas aceleraciones que sus rivales no pueden soportar. Esa forma de ascender "a saltos" sorprendió a Henri Desgrange cuando observó a Vicentuco Trueba, y de ahí que le bautizase con el apodo de La Pulga de Torrelavega. Posteriormente fueron ejemplos Julito Jiménez y Lucien Van Impe. Hay otros corredores cuyo bajo ritmo de pulsaciones les permite mantener un esfuerzo continuado, a tren, que imposibilita al resto para seguir su rueda, como Lucien Buysse o Gino Bartali, El Fraile Volador.

Los hubo que ascendían sentados, a base de la potencia de su pedalada, con elegancia, como Alfredo Binda o Charly Gaul. Otros, como Federico Martín Bahamontes, El Águila de Toledo, el más grande de siempre entre los grimpeurs puros, se ponían de pie sobre los pedales e imprimían un ritmo frenético, con brutales demarrajes que destrozaban a sus adversarios. ¿Existe hoy el grimpeur puro? El mejor de los escaladores actuales es el madrileño Alberto Contador. En esta fecha también quiero agradecer a Javier Otxoa las emociones que me hizo sentir hace diez años, cuando con los colores del Kelme triunfó por todo lo alto al vencer en solitario en la ascensión a Hautacam, por delante de Lance Armstrong.