Así queda canela". A Contador le gusta la foto con la bandera de España, que sirve como previa de la gran final futbolera, de un gran día que para él será intenso desde primera hora. El Tour alcanza hoy la cima de Morzine-Avoriaz, de primera categoría. Los Alpes en estado puro, con una sorpresa en el camino: La Ramaz. Será un domingo de espectáculo en la carretera y ante la televisión en el hotel. La Ramaz está situado a 35 kilómetros de la meta y tiene un desnivel medio de un 6,8 por cierto en sus 14,3 kilómetros. Es más duro que el ascenso a Avoriaz. "La pequeña ventaja que tengo no servirá de nada si no estoy bien en los Pirineos", piensa Andy Schleck, salvado ayer y que, como el resto de los favoritos, no cree que estos Alpes vayan a ser cruciales en la general. "Hay que ser pacientes", apunta Armstrong.
Contador sabe lo que supone hoy: "Es el día en que debo estar en plenas condiciones". Su sombra será Alexandre Vinokourov, alma de Kazajistán, mejor colocado que Alberto en la general, pero plegado a sus órdenes. "Estaré con él. Espero tener las piernas suficientes", dijo ayer a AS antes de la salida de la etapa. Es quinto en la general.
2-1 para España, su pronóstico
El turno del fútbol será nocturno. Tras el masaje, quien más y quien menos encontrará un hueco para ver la final. Contador no ha querido montar un show en el Coin du Feu, la esquina del fuego, su lugar de retiro durante dos días en Morzine-Avoriaz. "Ganaremos por 2-1 a Holanda". Ojalá tenga razón. El Rabobank de Óscar Freire y Juanma Gárate sí que organizará una gran fiesta. En la sala de prensa del Tour se instalará una gran pantalla gigante para que los periodistas no se la pierdan...
