Entre ellos estaba Chente García (¡vaya racha lleva el ibanesto.com!), que se rompió el escafoides izquierdo. El resultado total de fracturas fue de tres clavículas, una muñeca y una nariz. Impresionante.

"Yo pude esquivar la caída, pero entonces vino un corredor del Euskaltel y me arrolló", contaba Chente, que maldecía su mala suerte porque tenía marcada esta semana para buscar una etapa. De hecho, ayer se fugó en los primeros kilómetros. El corredor que se lo llevó por delante fue Haimar Zubeldia, que tiene múltiples magulladuras en la parte derecha de su cuerpo y podría no tomar hoy salida. "Esto parece el París-Dakar", decía ayer el vasco con un enorme cabreo.

El Euskaltel fue uno de los equipos más afectados, porque también se cayeron Unai Etxebarria, Íñigo Chaurreau y Alberto López de Munain. "Ha sido un día pésimo. No entiendo que a todos les entren las prisas habiendo una escapada por delante con tantos minutos", explicó el director del equipo vasco, Julián Gorospe. Por el Kelme se vio implicado Santi Botero. "Tengo completamente aporreada la pierna derecha", dijo el colombiano.

Sin embargo, la peor parte se la llevaron los cinco retirados, que tuvieron que ser evacuados al hospital de Tulle. Además de Chente, se han quedado fuera Sven Montgomery, con fracturas en la cara y en la nariz; Jens Heppner, con rotura de la clavícula derecha; Oscar Pozzi, también con rotura de la clavícula derecha, y Marc Wauters, con fractura de la clavícula izquierda. Además, también sufrieron múltiples heridas Lino, Niermann, Belohvosciks y Gouvenou. Sin duda, para los médicos del Tour no fue una jornada de transición.