Pero la formación se ha reciclado con buenos rodadores y ayer sólo cedió 1:38. Su gran actuación ha situado a sus dos líderes, Santi Botero y Óscar Sevilla, en una situación de privilegio para el futuro de la carrera.

Botero, que el año pasado fue el más fuerte en la montaña, empieza a ser visto por sus rivales como el tapado del Tour. "Por fin puedo afirmar que me encuentro en una gran forma, porque en la contrarreloj me he sentido muy a gusto sobre la bicicleta", dijo el colombiano. "El resultado me da una gran moral para la montaña".

Sólo un percance impidió que la alegría fuera total. "La pena es que he sufrido un pinchazo y el equipo ha tenido que esperarme", explicó Óscar Sevilla. "Si no hubiera sido por eso, nuestro crono hubiera sido mejor. Sin embargo, supongo que todos los equipos habrán tenido problemas de este tipo".

A pesar del contratiempo, Sevilla también se mostró exultante: "Estoy muy contento con el equipo, porque ha hecho un fenomenal trabajo durante la contrarreloj y eso nos permitirá afrontar la montaña con poco tiempo perdido".

El secreto del Kelme en la presente edición ha sido mezclar a sus escaladores clásicos con especialistas contra el crono, como es el caso de Quique Gutiérrez, Toni Tauler o Aitor González, de quienes Sevilla dijo que habían ido "como motos" durante el exigente recorrido. "Yo he sufrido, pero al final he acabado a gusto", añadió Óscar.

El as: C. Agricole

El Crédit Agricole galo demostró que es una sólida formación de rodadores. Supo mantener el maillot de líder de O’Grady.

Pundonor: Kelme

Kelme y ONCE fueron los mejores equipos españoles. Pese a los pinchazos, mantuvieron el tipo bajo la lluvia.

Desgracia: Heras

La caída de Roberto Heras pudo privar al US Postal de una victoria en la contrarreloj. El bejarano se fue al suelo en pleno aguacero.