ONCE y Kelme apuntan a París

TOUR 2001

ONCE y Kelme apuntan a París

ONCE y Kelme apuntan a París

REUTERS

Hemos ganado. Lo juro por Indurain. Si partimos de la base de que hemos venido a este Tour a ser estrellas y no comparsas, la etapa de ayer era un premio menor. Lo verdaderamente importante era la guerra entre los favoritos. Y de esa batalla salimos vencedores.

La ONCE le metió 55 segundos al US Postal de Armstrong y 1:19 al Telekom de Ullrich. El Kelme, un equipo de escaladores, sólo cedió 12 segundos con los americanos y le quitó nueve a los alemanes.

Por lo tanto, llegaremos en igualdad de condiciones a las montañas. Para soñar. Camino del cielo hay una cronoescalada, que no nos va mal, y justo en la antepenúltima etapa una contrarreloj asesina (61 km). Pero a esas alturas del viaje no habrá especialistas, sino supervivientes. Los españoles se lo jugarán todo en cuestas infinitas, justo lo que queríamos.

Analicemos a los rivales. Armstrong se dio una paliza (otra) tirando de su equipo en relevos eternos. Sería un milagro que no reventara camino de París. Ayer perdió a Heras y Vandevelde por una caída. Lo más sorprendente es que Lance el arrogante parara al resto del equipo para esperar a los accidentados. Este tipo no es de los que hacen prisioneros y ayer frenó cuando estaba lanzado. ¿Por amor a Heras? No lo creo. Pido el comodín del público para encontrar la respuesta.

El equipo de Ullrich, el gran germano, estuvo bastante peor de lo esperado. El alemán se ha quedado descolgado y debe afrontar lo que queda de carrera con el cuchillo entre los dientes.

En el equipo ganador de la etapa, el Credit Agricole, se encuentra otro gran ciclista vestido de cordero, el estadounidense Bobby Julich, tercero en el Tour 98. Es un gran corredor con tan mala suerte que se podría decir aquello de que su ángel de la guarda trabaja menos que el de los Kennedy. En cualquier caso, no lo perdamos de vista.

Nos espera, por lo tanto, un Tour al volapié, recibiendo. Beloki está tan confiado que cuentan que ayer le entraba la risa por las esquinas. Igor calla, pero otorga. Sevillita ha salvado su paseo por las cenizas y Botero (el de las calderas) está que da miedo. El Kelme ha dado el pelotazo y está en condiciones de dinamitar el Tour.

Ánimo. No cabe ni un gramo de decepción porque la ONCE no ganara la etapa. El año pasado venció por equipos y dio el gatillazo en la montaña. Algo está cambiando, quiero creerlo. La maldita primera semana se termina con los españoles en lo alto. Sólo Mancebo está retrasado, pero tiene alma de Perico y se buscará la vida.

No sería sensato crear falsas expectativas, pero a mí me sudan las manos y creo que no es el calor.