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TOUR DE FRANCIA 2017

Sagan tumbó de un codazo a Cavendish y ganó Démare

El eslovaco fue expulsado por su acción antideportiva en el sprint. En el último kilómetro también hubo una montonera que afectó al maillot amarillo, Thomas.

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Sagan tumbó de un codazo a Cavendish y ganó Démare

Una decena de voraces velocistas enfilaban la última recta a 55 km/h. Era un grupo reducido porque se acababa de producir una montonera en la que se vio implicado el líder, Geraint Thomas. De repente se vio volar a Mark Cavendish contra las vallas cuando intentaba colarse por un hueco imposible y a John Degenkolb y Ben Swift tropezar contra él y rodar por los suelos. La repetición televisiva confirmó la primera intuición: Peter Sagan había golpeado con el codo al británico. El sprint lo ganó Arnaud Démare, enfundado en los colores de campeón de Francia. Y Thomas mantuvo el maillot amarillo, porque la caída fue en la zona técnica. Pero ya todos los ojos estaban puestos en la decisión del jurado: Sagan fue expulsado.

Las consecuencias resultaron terribles para Cavendish, que seguramente tenga que abandonar el Tour con un hombro dañado. Y también para Sagan, el mismo que 24 horas antes se exhibía en Longwy, que ya no podrá aspirar a su sexto maillot verde consecutivo. Y para la carrera, que se queda sin dos de sus estrellas. Sagan se dirigió raudo al autobús del Dimension Data para preocuparse por el estado de su colega, aunque reticente a reconocer su error: "No lo he visto". El gesto no fue suficiente para recibir el perdón, ni sirvió de consuelo al velocista de la Isla de Man, ni siquiera después de conocer la justa expulsión de su rival, tras unos titubeos iniciales del jurado. 

Este perfil de etapas se disputa bajo un guión clásico, aunque muchas veces se rompe por el viento de costado o por alguna montonera. Este martes se impuso la opción 'caída'. Hasta ese momento, la etapa había circulado tan tranquila que hasta causaba sopor. Buen día para una siesta veraniega. El guión se cumplía al dedillo: se formó una escapada prácticamente de salida, pero el pelotón controló la fuga y llegó compacto al sprint...

Schleck y Contador, otra vez juntos

Vamos a empezar por el principio: la salida en Mondorf-les-Bains. El arranque sirvió para rendir homenaje a los cuatro ganadores luxemburgueses del Tour: François Faber (1909), Nicolas Frantz (1927 y 1928), Charly Gaul (1958) y Andy Schleck (2010). Este último estuvo presente en el acto, porque Andy vive a escasamente 200 metros del punto de partida. De paso aprovechó para saludar a sus excompañeros del Trek… Y allí se encontró con su viejo rival Alberto Contador, ante quien perdió el Tour de 2009 y de quien heredó su victoria de 2010 por dopaje. Hay fotos de ambos juntos.

Sigamos con la escapada. Esta vez hubo una cabalgada del belga Guillaume van Keirsbulck, que rodó 185 kilómetros en solitario y alcanzó una ventaja de 13 minutos. Aventurero valiente. Sin compañía equivale a más esfuerzo y sufrimiento, pero también a más publicidad para su maillot: Wanty-Groupe Gobert. Un equipo invitado por el Tour, que sabe ser agradecido. Van Keirsbulck es el único de sus corredores que ha logrado una victoria esta temporada: Le Samyn.

Tras la caza, a 17 kilómetros de la meta, el final al sprint estaba anunciado. Exigencias del guión. Una primera montonera dejó a los voraces velocistas en la punta del grupo. Luego vino el codazo, las caídas, la polémica… Y también el triunfo de Démare, esa perla francesa de 25 años que fue campeón mundial sub-23 y que, poco a poco, va puliendo un bonito palmarés. En 2016 ganó la Milán-San Remo. Y en este 2017 ya tiene su primera etapa en el Tour.

Este miércoles cambiará el guión, con la primera llegada en alto de relieve: La Planche des Belles Filles, 5,9 kilómetros al 8,5% de pendiente media, con rampas del 20%. Chris Froome ya ha ganado ahí, en 2012. Y los dos ciclistas que cogieron el maillot amarillo en su dos visitas, Brad Wiggins (2012) y Vicenzo Nibali (2014), lograron conservarlo hasta París... Por dar pistas.