A falta de tres días para el inicio del Giro de Italia, se ha conocido que la organización de la prueba ha decidido crear una clasificación al mejor bajador con motivo del 100 aniversario de la prueba. Esta clasificación consistiría en cronometrar los descensos de diez puertos y se otorgarían de 1 a 8 puntos por cada bajada a los cinco más rápidos. El que más puntos acumule recogerá un trofeo en el podio final de Milán y un premio de 5000 euros y el vencedor de cada sector recibirá un premio de 500 euros.

Este premio, que el Giro recoge en su reglamento para 2017 y que estará patrocinado por la marca de neumáticos Pirelli, se decidirá en las bajadas de estos diez puertos: Monte Sant´Angelo (etapa 8), Chieti (etapa 9), Monte Fumaiolo (etapa 11), Colla di Casaglia (etapa 12), Selvino (etapa 15), Passo dello Stelvio, cima Coppi de este Giro, (etapa 16), Passo del Tonale (etapa 17), Passo Pordoi (etapa 18), Sella Chiantuzan (etapa 19) y Monte Grappa (etapa 20).

Sin embargo, la idea no ha gustado en el pelotón, que critica que se creen este tipo de premios a la vez que los ciclistas demandan más seguridad en las carreras. Corredores como Wout Poels, Jasper Stuyven o Joe Dombrowski mostraron en las redes su desacuerdo con la propuesta, mientras que Marcus Burghardt recordaba en su crítica el accidente de Wouter Weylandt, fallecido en el Giro de Italia 2011 al chocar con un muro protector durante el descenso del Passo di Bocco.

Mientras tanto, otros ciclistas se tomaron la medida de una forma más irónica. Michael Cherel desafiaba a su compañero Romain Bardet a ganarlo, mientras que el portal de estadísticas ProCyclingStats ironizó con esta nueva clasificación y propusieron la creación de un premio al mejor "bailarín en el podio".