Sonny Colbrelli logró su mejor victoria como profesional en la segunda etapa de la París-Niza, mientras Arnaud Demare, tercero en la volata, conservó su maillot de líder. Philippe Gilbert, último superviviente de la fuga, insistió hasta que le cazaron a siete kilómetros de la meta. Los lanzadores de los sprinters abortaron la aventura postrera de Kristijan Koren dentro de la pancarta del último kilómetro. Hasta aquí podría considerarse el guión de cualquier jornada llana sin chicha. Sin embargo, ocurrieron muchísimas cosas.

En el kilómetro 28, después de atrapar un intento de escapada, el pelotón se rompió en seis por el viento racheado, la lluvia, el frío y el fuerte ritmo de carrera. Alberto Contador se metió en el grupo de cabeza en un primer momento... para quedar descolgado cuando los hombres de FDJ, Lotto Soudal y Quick Step imprimieron aún más velocidad. John Degenkolb, su compañero en el Trek y segundo en Amilly, sí aguantó. Tras una tensa e intensa persecución, el madrileño salvó una desventaja que llegó a superar el minuto y medio. El primer día cedió 1:04 por no permanecer atento a los abanicos.

Gorka Izagirre, undécimo de la general y primer español clasificado, se vio en la misma situación que Contador, aunque también entró en el corte principal, de 45 unidades. Richie Porte, tercero en 2016 y vencedor de la París-Niza en 2013 y 2015, se despidió de sus opciones al perder más de 14 minutos. Bouhanni abandonó. Sin necesidad de subidas ni grandes pendientes, únicamente con el ingrediente de la climatología adversa, los ciclistas han ofrecido un magnífico espectáculo en las dos primeras etapas. Y faltan la crono y la montaña.

Sigue la narración de la Tirreno-Adriático 7ª etapa contarreloj

Alberto Contador

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