VUELTA A ESPAÑA | ETAPA 14

Froome resiste los ataques de Nairo Quintana en el Aubisque

Gesink remató la fuga y conquistó la etapa reina. Gran jugada de Simon Yates, que recortó 1:08 y se coloca cuarto. Quintana sigue líder, pero no despega a Froome.

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Froome resiste los ataques de Nairo Quintana en el Aubisque
AFP

Vuelta España: Etapa 16 Alcañíz - Peñíscola directo

La Vuelta tuvo sabor a Tour. O incluso superó al Tour. La etapa reina en los Pirineos franceses deparó un grandioso espectáculo. Chris Froome resistió hasta seis ataques del líder, Nairo Quintana, en las rampas del Aubisque y se mantiene como la gran amenaza del colombiano: a 54 segundos en la general. Por delante, con 1:47 de ventaja, había entrado el vencedor del día: el neerlandés Robert Gesink, que renace a sus 30 años y conquista su primera victoria en una grande. Y también por delante, con 1:08, había cruzado uno de los héroes del día, el británico Simon Yates, que remató una imaginativa ofensiva del Orica y se coloca cuarto en la general, justo por detrás de su compañero Esteban Chaves, que desplazó del podio a un desfallecido Alejandro Valverde.

Nairo tendrá que inventarse algo más que atacar en el último puerto si quiere ganar esta Vuelta. O quizá este sábado perdió ya una oportunidad de oro de hacerlo, porque el recorrido que asoma hasta Madrid no ofrece tantas variantes. El colombiano había sacado buena tajada de sus dos demarrajes en La Camperona y los Lagos de Covadonga, donde pegó dos mordiscos de 33 y 31 segundos al africano. Froome no había encontrado su pedalada fina, pero en Peña Cabarga demostró que había entrado en carrera. Y en los Pirineos, su hábitat, se sintió ya como pez en el agua. Froome no es el Froome demoledor del Tour, pero sí lo suficientemente competitivo para remachar a Nairo el próximo viernes en la contrarreloj de Calpe.

La primera jugada táctica del día sí la había dado el Movistar con un cambio de planteamiento en la salida. Metió a tres corredores en la numerosa fuga de 41 unidades, uno de ellos preocupante para los intereses de los rivales: Dani Moreno, que partía 12º a 5:38 minutos. La presencia del madrileño obligaba a trabajar al Sky de Froome desde el inicio, con cuatro colosos pirenaicos por el camino. Eso que se ahorraban los telefónicos. El Sky es un equipo experto en estas lides, acostumbrado a marcar el ritmo en las grandes fechas del Tour. No se pusieron nerviosos, aunque sí se llevaron un sobresalto cuando en la cima del Soudet se supo que el GPS estaba dando referencias equivocadas. Moreno no circulaba a tres minutos y medio, sino a más de seis. Fue maillot rojo virtual durante mucho tiempo.

El Orica también había metido tres ciclistas en la escapada. Un dato que pasó inadvertido hasta el Marie Blanque. El duelo Movistar-Sky nos nubló los ojos, pero de repente se vio con claridad la jugada maestra. Simon Yates, que había arrancado séptimo (a 3:25) de Urdax, saltó del grupo de los gallos junto a su compañero Jack Haig. El británico fue abriendo hueco, a la par que iba enlazando con sus colegas fugados: Gerrans, Nielsen y Keukeleire. Atrás sonó la alarma. El peligro ya no acorralaba solo al Sky, también al Movistar, que tuvo que tomar medidas. Incluso el Tinkoff y el BMC asomaron por la cabeza.

Robert Gesink logró su primera victoria en una gran ronda: la etapa reina de los Pirineos en la Vuelta a España 2016.

A la hora de la verdad, ya en las rampas del Aubisque, Froome tenía a su lado a Konig y por delante a David López; mientras que Nairo se quedó bastante solo cuando el Tío del Mazo golpeó a Alejandro Valverde. Solo tuvo apoyo de Dani Moreno, que se dejó caer, pero el fuenlabreño ya no pudo ofrecer mucho. En esa guerra por la Vuelta aguantaban también Alberto Contador y Esteban Chaves, que lanzaron sus propios cohetes. El del colombiano llegó a tierra, pero el del madrileño hizo aguas y se vio superado incluso en la general por Konig.

Simon Yates, ganador de la sexta etapa en Luintra, fue el ciclista del día, con permiso del vencedor de la etapa: Robert Gesink. El hermano gemelo de Adam (cuarto en el Tour) llegó a tener más de dos minutos de ventaja sobre el resto de gallos y rompió el guión escrito desde el coche del Movistar. Su ataque lejano reventó la carrera. Y en ese río revuelto, el Orica supo llenar la cesta: Chaves se ha aupado al podio, a 2:01, y el propio Yates es cuarto, a 2:17. Otro protagonista de la jornada, decíamos, fue Gesink, que ya se había clasificado segundo en los Lagos. Quien fuera el ciclista con mayor proyección de los Países Bajos (cuarto en el Tour 2010) por fin ha triunfado en una gran ronda. Y en el mejor escenario posible: los Pirineos.


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