VUELTA AL PAIS VASCO

Mikel Landa vuelve a hacer soñar a la afición vasca

La Vuelta al País Vasco examina la salud del ciclismo en Euskadi. Con la desaparición del Euskaltel reinaba el desánimo, pero Landa ha permitido recuperar la ilusión.

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Mikel Landa vuelve a hacer
soñar a la afición vasca
ADRIAN RUIZ DE HIERRO EFE

Etapa 5 Vuelta al País Vasco

Este miércoles en Vitoria, en la salida de la tercera etapa de la Itzulia, casi un centenar de escolares se arremolinaban junto a Mikel Landa, su ídolo, vestido de amarillo como líder de la prueba. En su tierra, el ciclista de Murgia recibió el cariño con agradecimiento. Poco a poco se fueron incorporando aficionados que ya dejaron atrás esa etapa como colegiales, para aprisionar al ciclista entre la marea humana y el autobús del Sky.

Mikel Landa en la salida de Vitoria.

La reciente desaparición del Euskaltel dejó un paisaje desértico en una tierra en donde puede decirse que el ciclismo era el segundo deporte tras el fútbol. Euskadi se quedaba sin un referente y ahí ha surgido Landa, la gran esperanza. “Es un corredor grandísimo. Le veo cualidades similares a las que yo tenía en mi época, le auguro un gran futuro”, sostiene Iban Mayo, el último ciclista de Euskadi que ganó una ronda por etapas de peso, la Vuelta al País Vasco allá por 2003. Para Landa, Mayo es un gran referente.

“Va para figura y el camino lo lleva muy bien hecho”, reflexionaba Samuel Sánchez tras verle coronarse líder en Garrastatxu. Ambos compartieron los colores naranjas del Euskaltel. Landa llegó a la Fundación Euskadi en 2007. No tenía aún 18 años. Miguel Madariaga vio que era un diamante en bruto y no le sorprendió su explosión en el Giro el año pasado: “Tiene muchas cualidades. No le falta nada, es frío, calculador, no se pone nervioso por nada. Va a ganar una de las grandes sin duda”, asegura. “Tienen un don, algo especial que le llevará a ganar una gran vuelta”, remata Laiseka, ganador de etapas en Vuelta y Tour.

Aitor González, el último vasco en ganar una 'gran vuelta'

A pesar de tanta afición en las cunetas, ningún vasco ha ganado el Tour o el Giro. Sí la Vuelta. Y no se produce una victoria absoluta desde 2002, cuando la ganó el guipuzcoano Aitor González (Kelme). Antes triunfaron Olano (1998), Lejarreta (1982), Gabika (1966), Loroño (1957) y Langarica (1946). Landa lo intentará en el Giro.

El infortunio y su afán de superación aún le eleva más entre la parroquia vasca. “Este invierno ha sido peliagudo”, exclamaba el martes tras su triunfo en Garrastatxu. En la estación del frío, cuando más sufre su sensible organismo, superó un virus, pero por fortuna no tenía nada que ver con el calvario de la enfermedad del beso, que atrapó a Mikel entre noviembre y febrero hace un año. Luego llegó la mejor primavera de su vida, que le catapultó al Sky. Aquí le tomaron las medidas, le acoplaron en la geometría de las bicicletas de contrarreloj y bajo la filosofía británica de los datos y las ganancias marginales, aspira a pulir sus carencias contra el crono. El último salto para aspirar a todo.