Alberto Contador se quedó a sólo cuatro segundos de arrebatar la París-Niza a Geraint Thomas. Pese a la derrota, el madrileño buscó el lado positivo: "La verdad es que lo dimos todo y faltó muy poco. Sabía que Sky disponía de un gran equipo después de la meta en alto del día anterior, pero lo intentamos de maneras las formas posibles. Atacamos a 50 kilómetros de la meta y pusimos contra las ruedas al líder. A pesar de que no conseguimos el objetivo de la victoria en la general, me siento satisfecho con mi estado de forma y agradecido a mis compañeros, que me respaldaron increíble. No logramos el triunfo, pero espero que los aficionados al ciclismo disfrutaran del día y del espectáculo. Por ellos peleamos y estamos aquí".

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El jefe del Tinkoff también explicó que habían diseñado una estrategia ofensiva para desbancar a Thomas: "Filtramos dos corredores en la fuga, como queríamos. Rompimos la carrera con mi ataque para que ellos me esperaran arriba. En ese sentido, todo nos salió bien. Sin embargo, Sky contó con un bloque muy potente y tiraron por detrás fortísimo. Nos cogieron antes del Col d'Eze, y allí Rafal Majka hizo realmente exigente la última ascensión. Nos marchamos otra vez del maillot amarillo, pero con los intereses que había con el resto de favoritos se cerró el hueco que abrimos y sólo pude picar cinco segundos. Me encuentro satisfecho de mis piernas, no tanto con el resultado, porque vinimos con el objetivo de ganar".

Por último, aunque recordó que la suspensión de Mont Bouilly por el temporal de frío y nieve le perjudicó, deseó enfocar la mente en sus siguientes paradas, Volta (del 21 al 27 de marzo) y País Vasco (del 4 al 9 de abril): "Una vez se canceló la primera llegada en alto, que era la más dura, sabía que mis opciones se reducían bastante. Pero no es momento de lamentarse, sino de centrarse en los próximos retos, que son la Volta a Catalunya y la Vuelta al País Vasco".