Stig Broeckx fue operado con éxito en Deinze de su fractura de clavícula con desplazamiento, y ya descansa en su domicilio belga después de ser arrollado por una moto médica en la Kuurne-Bruselas-Kuurne. El atropello le causó también una costilla rota y una mano erosionada. "Lo peor, que me perderé la temporada de clásicas", escribió en su cuenta de Twitter con resignación.

El Lotto-Soudal ha presentado contra el conductor una denuncia conjunta con Broeckx (recomendada por la policía), porque tras tirarle no paró a auxiliarle. Aparte, la Federación de Bélgica ha iniciado una investigación independiente y llamará a declarar al motociclista, como confirmó en una nota oficial: "La Comisión Disciplinaria interrogará al infractor. Lamentamos este accidente y pedimos extremar las medidas a los organizadores. La seguridad de los deportistas debe primar por encima de todo".

La Asociación de Corredores Profesionales (CPA) considera que en 2015 se acumularon demasiados percances y aún no se ha actuado con seriedad: Fuglsang en el Tour; Van Avermaet en San Sebastián; y Sagan y Paulinho en la Vuelta. Y en el arranque de este 2016, el de Broeckx y el de Danilo Wyss en La Drome, donde otra moto taponó al pelotón en una curva. "Las carreras y los culpables deberían recibir suspensiones para evitar mayores daños", dicen desde la CPA.