Fabio Aru nació el 3 de julio de 1990 en San Gavino Monreale, Cerdeña, aunque se crió en la localidad vecina, Villacidro. A sus 25 años, se trata del sexto profesional procedente de la isla de los ‘cuatro moros’ (le precedieron Domenico Uccheddu, Antonio Laconi, Giovanni Garau, Emiliano Murtas y Alberto Loddo), del primero que ha lucido la maglia rosa del Giro y, cómo no, del primero que conquista una grande: la Vuelta de 2015.

Fabio Aru

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De padre agricultor, productor de mandarinas y melocotones, y madre profesora (Antonella), comenzó a practicar tenis “por la influencia de papá, Alessandro”. También jugó al fútbol y no dejó de lado la bici, pero no se la tomó en serio hasta los 15, cuando empezó con el mountain bike. Después de competir en ciclocross en campeonatos nacionales, europeos y mundiales en categoría júnior, disputó con la selección sarda el Giro de la Lunigiana de 2008 en carretera.

En aquella carrera le descubrió Olivano Locatelli (exdirector de Mercatone Uno, Saeco y Landbouwkrediet, arrestado en 2003 en una redada antidopaje) y le fichó para el Palazzago, así que se trasladó a Bérgamo (donde conocería a su novia, Valentina). Sin embargo, Aru sufrió una crisis a los 18: no sabía si estudiar, Psicología o Educación Física, o dedicarse al ciclismo. Su familia le animó a que no colgara la bicicleta.

Con el Palazzago corrió desde 2009 hasta el 1 de agosto de 2012, fecha en la que se incorporó al Astana como stagiaire. En 2013 le tocó trabajar para que Vincenzo Nibali se anotara el Giro: “Le considero mi maestro junto a Paolo Tiralongo”. Esta misma temporada se mudó a Lugano para residir cerca de él… y de Alberto Contador: “Es mi ídolo. Yo me iniciaba en este deporte y Alberto ganaba grandes al ataque, siempre supuso un estímulo poder imitarle. Me enorgullece llevarme esta Vuelta a su estilo”.

Antes de inscribir su nombre en el primer peldaño de la ronda española, terminó tercero en el Giro de 2014 y segundo en el de 2015: “Ojalá mi siguiente paso llegue en forma de título, ya lo veremos”. En la previa de la Corsa Rosa, Greg Henderson le acusó en Twitter de tener sucio el pasaporte biológico. Sus representantes anunciaron una demanda. Superado ese incidente, se centró en preparar la Vuelta. Desde lo más alto, habló emocionado: “Cumplo un sueño. Quiero disfrutar del honor de encontrarme aquí, en una prueba tan hermosa como la Vuelta a España, con un trazado tan bonito y unos aficionados tan entregados”.