Mark Cavendish se impuso en el sprint que decidió la victoria en la Kuurne-Bruselas-Kuurne. Un triunfo balsámico para su equipo, el Etixx, herido después de la prueba inaugural del calendario de pavés donde Stannard les humilló llevándose la Het Nieuwsblad ante tres Etixx como Boonen, Terpstra y Vanderbergh. De ahí que los belgas, llamados a ser unos de los dominadores en estas clásicas, fueran explotando sus mejores bazas durante la carrera.

Primero, cuando se formó un grupo de favoritos que intentaba dar caza a los escapados. Entre los tramos de pavés, y en persecución de un grupo de ocho ciclistas que rodaban en cabeza, una veintena de corredores con varios favoritos se destacó del pelotón y amenazó con romper una carrera cuyos pronósticos apuntaban a un sprint masivo. En él, el Etixx contaba con cinco hombres (Boonen, Cavendish, Stybar, Maes y Lampaert), acompañados de otros nombres importantes como Stannard y Viviani (Sky), Gilbert (BMC) o Kristoff (Katusha).

Pero la particularidad de esta carrera es que las grandes dificultades casi desaparecen a 50 kilómetros de meta, lo que posibilitó que todos volvieran a juntarse. Los hombres rápidos se preparaban para la llegada aunque no les faltó un susto final. Gilbert, a unos cinco de meta, saltó y aguantó varios kilómetros por delante, pero no los suficientes.

En la llegada, Cavendish impuso su velocidad y su gran estado de forma que le dieron su sexta victoria de la temporada (el que más del pelotón) tras una etapa en San Luis, el Tour de Dubai con dos etapas y la clásica de Almería. Kristoff fue segundo y Viviani (Sky), tercero.