A Alejandro Valverde no le debió sentar muy bien su segunda posición en el segundo trofeo de la Challenge de Mallorca, donde le ganó el británico Cummings en la subida al Mirador d’Es Colomer. Porque un día después, en el trofeo Serra Tramuntana, el más duro de la carrera mallorquina con siete puertos, Valverde completó una exhibición impresionante para apuntarse su primera victoria de la temporada. El número uno del mundo en 2014 cruzó la meta de Deia en solitario, después de haber estado escapado todo el día, de haberlo intentado de todas las maneras y de acumular más de 120 kilómetros de fuga.

Triunfo épico para estrenarse en la temporada 2015 en una carrera donde suele brillar (cinco etapas y dos generales, cuando se contabilizaba). Pronto demostró el Movistar que querían mover la carrera desde el principio. Y fueron muchos los intentos y alternativas, ayudado por un recorrido sinuoso y plagado de puertos. Hasta cuatro miembros del equipo de Eusebio Unzué se metieron en un primer corte de más de una veintena de corredores: Valverde, Herrada, Ventoso y Moreno. Hecho que obligó al Sky a ponerse a tirar hasta reducir la ventaja, que llegó a los dos minutos.

Pero eso no desanimó al murciano, motivado después de no haber podido estrenarse el día anterior. Junto a Herrada volvieron a intentarlo, escapada a la que se sumaron una decena de corredores. Fue el Puig Major, el puerto de más entidad de la jornada, el que seleccionó a este primer grupo quedando Valverde en cabeza y el eritreo del MTN Qhubeka, Kudus, a su rueda, demostrando el gran potencial que se espera del africano.

Pero la exhibición de Valverde no admitía invitados y no tardó en dejar a su momentáneo compañero de fuga cuando aún faltaban algo más de 30 kilómetros para la línea de meta en Deia. Por detrás, un grupo con gente de calidad como Konig o el joven Formolo intentaban darle caza, pero fue imposible. Valverde llegó en solitario tras una nueva muestra de que el murciano volverá a dar mucho que hablar este 2015... y que tiene cuerda para rato.