VUELTA A ESPAÑA | 20ª ETAPA

Contador resiste a Froome y sentencia la Vuelta a España

Aguantó todas las acometidas del británico, al que remachó en el último kilómetro para vencer en Ancares. Le metió 16" y le relegó a 1:37. Valverde, tercero, se aseguró el podio.
Vuelta a España 2017: Etapa 21, Madrid

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Alberto Contador sacó la pistola, hizo un amago de disparo, pero prefirió señalar su rodilla. El maillot rojo había resistido todos los ataques de Chris Froome en Ancares, que fueron muchos, en la última subida de la Vuelta a España 2014. Contador remachó a su rival en el kilómetro final para ganar la 20ª etapa, como ya había hecho en La Farrapona, y dejó sentenciada la carrera a falta de la corta contrarreloj de este domingo en Santiago de Compostela. Alejandro Valverde, que se rehízo de una crisis, mantuvo también su tercer peldaño del podio ante un valiente Purito Rodríguez, que intentó un ataque lejano.

El Sky tomó el mando en el Alto de Folgueiras de Aigas (1ª categoría, 9,7 km 6,7 %) para endurecer esta penúltima subida de la ronda, que se coronaba a 22 km de la cima de Ancares. A su rueda, vigilante, iba el Tinkoff con Contador al frente. Era una declaración de guerra. No hacía falta disimular. Por delante coronaba el correoso Niemiec (Lampre), vencedor en los Lagos de Covadonga, que formaba la escapada del día con Coppel (Cofidis), Mederel (Europcar) y Poels (Omega). Pero la fuga tenía poco futuro. La Vuelta estaba en juego.

El trabajo del Sky obtuvo sus primeros frutos en el sprint especial de Murias, donde Froome arañó dos segundos. Se colocaba a 1:17 en la general. Así se encaraba Ancares, que se subía por su vertiente más dura de Pan do Zarco, un puerto de categoría especial de 12,7 km al 8,7 % de promedio, con rampas del 18%. Un escenario brutal. El equipo británico apretaba en cabeza. Froome rodaba con el cuchillo entre los dientes y con la mirada en su potenciómetro. A poco más de 9 km, ya solo quedaba una decena de corredores en cabeza. Escabechina.

Sin embargo, quien disparó primero fue Purito Rodríguez, vencedor en Ancares en 2012. Saltó a 9 kilómetros. Muy lejos. El catalán comenzaba la etapa a 2:29 minutos y su única opción pasaba por atacar de lejos. Era una apuesta por la etapa, por el podio… quizá por el maillot rojo. Valverde intentaba irse a por él, sin éxito. Y Contador se soldaba a la rueda de Froome, no quería vigilar otra.

Froome arrancó a 7,5 kilómetros. Contador resistió sin problemas. Dio otro zarpazo a 6 km. Aru se descolgó y, atención, porque el maillot rojo parecía ceder… Parecía. Otro arreón más y quien reventó fue Valverde. Froome y Contador empalmaron con Purito. Faltaban cinco kilómetros, pero ya eran más suaves. Un pequeño alivio para líder. Cuatro kilómetros a meta: ahora perdía contacto Purito, a quien remachaba un recuperado Valverde. Por delante, el gran duelo: Froome-Contador. No había tregua. Ni respiro.

A 2 kilómetros, Froome volvió a arrancar. Hasta dos veces. Pero ya no había terreno. Quizá tampoco fuerzas. Lo que sí había era orgullo de campeón, clase y arrojo. Contador aprovechó para remacharle, como ya hizo en La Farrapona. Una vez más, al enemigo ni agua. El ‘Pistolero’ de Pinto añadió otra muesca en la meta de Ancares. En el podio, ya sí, Alberto sacó la pistola y disparó. La Vuelta estaba sentenciada. La contrarreloj de 9,7 kilómetros de este domingo en Santiago será un paseo triunfal para él.