¿Qué tal ha marchado la temporada con el Lampre?

—Con algunos problemas por un accidente y las caídas, pero contento. En cuanto pude rodarme y coger ritmo, estuve bien en el Tour y en Utah. En el equipo me tratan fenomenal, y compartir liderazgo con Rui Costa y otros compañeros nos aporta más opciones.

—A sus 42 años, ¿cómo afronta la Vuelta?

—En muy buena forma, con la ilusión de defender con orgullo mi título de campeón, hacerlo lo mejor y llegar lo más arriba posible. Amo la Vuelta a España, en 2013 me dio el mayor éxito de toda mi trayectoria deportiva. La clave residirá en conservar la salud durante las 21 jornadas.

—¿Quién es su máximo favorito para estas tres semanas?

—Chris Froome, por cómo sube y contrarrelojea, y también Quintana. Nairo ya me sorprendió durante el Tour de Francia de 2013 y en el Giro de Italia de este 2014. Se trata de un escalador extraordinario. La batalla entre estos dos chicos y los demás se presenta vibrante. La Vuelta siempre ofrece un bonito espectáculo.

—Valore su victoria en la Vuelta de 2013.

—La considero fruto del físico y la motivación. Fue durísima. Aunque tenía buenas piernas, en la mitad de las etapas había un final explosivo o un exigente puerto de montaña. Me vi obligado a responder a muchísimos ataques, principalmente de Nibali. Imagino que resultaría un duelo magnífico para el público, a nosotros nos agotó.

—¿Ha cambiado su vida tras convertirse en el corredor de más edad en conquistar una grande?

—No, pero sí he notado más atención por parte de la Prensa. No existen inconvenientes, respondo a los periodistas que me requieren con naturalidad. En casa me siento tranquilo, con mis hijos soy sólo papá. Y yo me entreno y compito como antes. ¿Cómo se dice, un refrán? La vida sigue igual.

(Horner, nacido el 23 de octubre de 1971, alcanzó lo más alto del podio de Madrid con 41 años y 327 días).

—¿Recuerda el lío por el control antidopaje que la USADA pidió a la Agencia Española, justo el día después de su triunfo en la Vuelta, y las distintas versiones sobre su viaje? ¿Estaba en el radar de la Agencia Norteamericana?

—La USADA y la AEA la cagaron y yo no tuve culpa de nada. El domingo envié la actualización de mi Sistema ADAMS a la USADA en un correo electrónico, unos e-mails que publicó luego el RadioShack para aclarar el tema. Por mi parte, todo estaba en orden y, aunque se produjo un poco de confusión, volé desde Madrid a Oregón (RadioShack dijo que se había ido a Valencia). El problema fue de la USADA, ya que comunicó mal la dirección donde tenían que realizarme ese análisis en España. Además, filtraron una información incorrecta a vuestro periódico que no debían... ¿o pagasteis por aquella noticia?

—No.

—Pues fallaron ellos y fallasteis vosotros, porque me enteré del asunto una vez publicado y no me pareció bien.

—¿Entiende las dudas que generó su repentino rendimiento a su edad?

—Colgué los datos de mi pasaporte biológico desde 2008 en mi web para dar una imagen transparente. En nuestro deporte han ocurrido casos de dopaje y debes saber convivir.

—¿Y por qué a un ganador de la Vuelta a España le costó tanto encontrar un nuevo equipo?

—Fue cuestión del momento y la mala suerte. Tras las desapariciones de mi exestructura, el RadioShack, de Euskaltel y de Vacansoleil, quedaban 18 equipos para 18 plazas del World Tour. Nadie necesitaba mis puntos. Después, el proyecto de Fernando Alonso, con el que pactamos fichar, no salió adelante. Aunque hubo otras oportunidades, dispongo de un buen contrato.

—¿Creyó que tendría que retirarse?

—No. Me siento con ganas de correr unas cuantas campañas, por eso me faltaba el recurso de regresar a una escuadra estadounidense. Sin embargo, se cumplió mi deseo de continuar en Europa, donde se disputan las grandes pruebas del calendario.

—Entonces, ¿cuándo colgará la bicicleta?

—Pensaba que con 36 ó 37 años ya no podría ofrecer un nivel de élite, pero me he encontrado genial hasta ahora. Todavía no sé cuándo lo dejaré, no pararé hasta que el cuerpo y la cabeza me aguanten.