¿Cómo se explica que un ganador de la Vuelta a España haya tardado tanto en encontrar equipo? Aunque sólo fuera por los puntos UCI…

—Cuestión del momento. El año pasado había 22 equipos optando a las 18 licencias del World Tour y ficharon a los que más puntos tenían de los rankings de Asia y África. Tras las desapariciones de RadioShack, Euskaltel y Vacansoleil, había 18 equipos para 18 plazas. El año anterior cuatro o cinco equipos se habrían peleado por mí. En este, nadie necesitaba mis puntos.

—¿Ha tenido que firmar a la baja?

—Bueno, tengo primas por resultados. A más victorias, más dinero. Pero he firmado un buen contrato. Estoy contento. Sobre todo porque puedo seguir compitiendo.

—¿Llegó a pensar que tendría que colgar la bici?

—Yo me siento con ganas de seguir corriendo y en todo caso siempre quedaba la opción de fichar por un equipo estadounidense. Pero quería seguir en Europa. Todas las grandes carreras se disputan aquí.

—El Giro y la Vuelta serán sus grandes objetivos, ¿no?

—Sí, pero antes tengo la Vuelta al País Vasco. Es una carrera que me gusta mucho, por su recorrido, por su afición, por su participación... Después del Tour de Francia, es la prueba donde se citan mayor número de campeones.

—¿Qué cree que puede hacer en el Giro?

—Mi equipo es italiano y es la carrera que más les interesa. Pienso que puedo optar al podio. Ganar… Es complicado con corredores como Purito, Evans, Porte, Quintana…

—¿Quién es el más duro?

—A mí me sorprendió mucho Nairo Quintana en el Tour. Necesito verle a mi lado subiendo un puerto, pero por lo que aprecié por la televisión, está muy fuerte.

—Y luego la Vuelta. ¿A ganar?

—Después de haberlo conseguido el año pasado estoy obligado a intentarlo.

—Allí tendrá otra vez a Purito y a Quintana, y también a Contador, Valverde…

—Y quién sabe cuál más. Siempre hay alguna figura que se lesiona y no puede correr el Tour o que se cae en las primeras etapas y luego se reengancha a la Vuelta. Quién sabe si Nibali o incluso Froome.

—¿Qué es más difícil, el Giro o la Vuelta?

—Creo que el Giro, aunque a mi favor tengo que en el Giro las etapas tienen muchas montañas consecutivas y es más fácil sacar grandes diferencias que en la Vuelta, en la que normalmente sólo hay una gran montaña al final y en una sola subida, casi todos aguantan. Por contra, en la Vuelta me va mejor que las cronos no sean tan largas y que haga más calor. Yo rindo peor con el frío.

—Fue dura la Vuelta.

—Durísima. Yo tenía buenas piernas, pero casi todos los días teníamos un final explosivo y me veía obligado a responder a todos los ataques. Tuvo que ser una carrera muy espectacular para verla por televisión. Pero estoy muy agradecido a la Vuelta. Ha sido de lejos mi mejor victoria y si no es por ella, yo no estaría aquí.

—¿Mucha gente se pregunta cómo pudo ganar la Vuelta con 42 años?

—Es cuestión de físico, pero también de motivación. Pienso que Indurain se retiró porque después de ganar cinco Tours ya no necesitaba más. Pero yo sí tengo hambre de victorias. He conseguido bastantes triunfos, pero no muchos en Europa.

—¿Tiene pensado cuándo lo va a dejar?

—Pensaba que con 36 o 37 años ya no podría dar más. Pero cada temporada siento que las piernas y la motivación van bien. No sé cuándo me retiraré. Supongo que seguiré mientras el cuerpo y la cabeza aguanten.