La Vuelta regresa al País Vasco 33 años después. La carrera dejó de acudir después de la edición de 1978, cuando El Correo abandonó la organización de la ronda en parte por culpa de la barricada que se montó en Durango y el boicot posterior a la contrarreloj de San Sebastián, que anuló todos los resultados de los ciclistas. Aquella edición la ganó Bernard Hinault. "Resultó una experiencia difícil de olvidar", recuerda el campeón francés. "Se formó un lío tremendo, los corredores no sabíamos qué hacer. Por lo demás, sólo guardo buenos recuerdos del público, aparte de que esa significó mi primera victoria en la Vuelta".

En total, 106 etapas han tenido meta en Euskadi. En este 2011, Bilbao y Vitoria se convertirán de nuevo en llegadas. Así valora el retorno Javier Guillén, director de la Vuelta: "Las sensaciones que me ha transmitido el Gobierno vasco son de absoluta normalidad y tranquilidad. Nada hace pensar que vayan a producirse problemas. La afición del País Vasco, la más entregada con el ciclismo, merecía que volviéramos. Seguro que viviremos un gran espectáculo deportivo, y más con lo apretado de la general".

El lehendakari, Patxi López, acompañará durante un tramo del recorrido al pelotón. Se incorporará en la localidad vizcaína de Güeñes, hasta Bilbao. Su Gobierno confía en que las dos jornadas "supondrán todo un éxito de público". No obstante, el de esta tarde no será el primer día que la Vuelta pise suelo vasco en esta edición: la 17ª etapa con salida en Bodegas Faustino, de Oyón (Álava), recorrió el primer kilómetro en Euskadi antes de meterse en La Rioja.

Nada especial.

Pese a algunas protestas pacíficas en los últimos días, la organización no ha planificado ningún dispositivo especial. Bildu y Aralar han asegurado que no boicotearán el paso de los corredores. De la seguridad se ocupará la Ertzaintza, con sus 40 motos, como ha ocurrido con la Policía Foral en Navarra o los Mossos d'Esquadra, en Cataluña. Como también es habitual, la dotación de la Guardia Civil continuará en carrera porque, en palabras de Guillén, "hay necesidades básicas que se encargan de cubrir". El jefe de la Vuelta acaba con un llamamiento: "Que los vascos salgan a la calle y disfruten".