El belga Philippe Gilbert, que hoy ganó la primera etapa del Tour de Francia, dedicó el maillot amarillo que consiguió a los Príncipes de Mónaco, que esta tarde contrajeron matrimonio religioso.

"Me gustaría dedicar este maillot a la pareja. Estuve hace unos días en el Principado y les dije que si lograba la victoria hoy se lo dedicaría", aseguró el campeón belga minutos después de cruzar la meta en el Monte de las Alondras.

Gilbert, que partía como favorito para lograr la victoria en la cima de este puerto de cuarta categoría, también rindió homenaje a sus compañeros de equipo, que contribuyeron a controlar la carrera desde el principio para permitirle llegar al final con opciones de victoria.

"Hemos controlado la carrera en todo momento, hemos asumido nuestro papel de favoritos y yo he podido completar el trabajo", afirmó.

El belga saltó al ataque del suizo Fabian Cancellara en los últimos metros de la prueba y pudo finalmente distanciarle para entrar en la meta con ventaja.

"En ese momento no tuve miedo ni dudé de mis opciones. Salte a por Cancellara porque iba muy fuerte, pero he podido aguantar hasta el final", afirmó.

Gilbert lamentó que mañana se dispute una contrarreloj por equipos, lo que le dificultará mantener un día más el maillot amarillo.

Pero se mostró confiado en poder volver a vestirlo en los días siguientes, por lo que, dijo, trató de obtener la mayor renta posible. "Cada segundo cuenta", afirmó.

El campeón belga se había teñido el pelo de rubio ante la eventualidad de que hoy se vistiera de amarillo y, una vez en el podium cambió el reloj que llevaba con los colores de la bandera belga por otro del color del maillot del líder del Tour.