Tras celebrar su victoria en la Vuelta con su equipo, Vincenzo Nibali regresó ayer por la mañana a su país. Los medios de su país se volcaron con la conquista del joven siciliano. La Gazzetta dello Sport tituló "El Rey de la Vuelta". El Corriere, "La Vuelta regresa a Italia". Que Nibali ganara la carrera 20 años después de que lo hiciera Marco Giovanetti ha supuesto una inyección de moral para los italianos, que sufrían una importante crisis de resultados y casos de dopaje en los últimos años.

L'Équipe también analizó con detalle el triunfo del Tiburón en Madrid. El ex corredor y columnista Jean Francois Bernard considera que Vincenzo ya ha demostrado ser "un gran ciclista que puede aspirar a vencer en el Tour de Francia". Bernard ve en él "un gran futuro, el heredero natural de Ivan Basso en el Liquigas y como referente en Italia. Hacer podio en dos grandes rondas de tres semanas, en el mismo año, no está al alcance de un cualquiera".

Por su parte, Nibali acepta los halagos, pero no pierde la perspectiva: "Ahora debo centrarme en realizar un buen papel en el Mundial de Ciclismo, luego disfrutaré de lo que he conseguido". El corredor todavía no sabe qué calendario disputará la próxima temporada, aunque le gustaría intentar el doblete Giro-Tour: "Son las dos carreras que quiero en mi palmarés. Una, porque es la que desea ganar todo ciclista italiano. La otra, ya que es la prueba más prestigiosa, pero no descarto la Vuelta".