El viernes la Vuelta le rindió un cálido homenaje. Seguro que le sirvió para darse cuenta de lo mucho que ha cambiado el ciclismo...

Ha cambiado por completo. Ahora, las carreteras son maravillosas. Me da cierta envidia porque antes eran de tierra. Por ejemplo, si pinchabas, te cambiabas tú la rueda y si se te rompía la bicicleta, tenías que retirarte de la carrera. Ocurre lo mismo con los desarrollos que existen en la actualidad. Yo sólo tenía un plato y éste servía para bajar y subir montañas. Ahora es mucho más cómodo ser ciclista.

Seguro que lo dice por los tubulares...

Cuando íbamos a Italia a correr, yo siempre me traía tubulares de allí. Luego, los conservaba e intentaba que el caucho estuviese bien curtido para que cuando cogiese alguna piedra saliese desprendida. Con tres o cuatro tubulares era capaz de afrontar una Vuelta.

¿Era muy difícil encontrar material en España durante su época?

Aquí no había de nada. Entre 1946 y 1950 no podíamos salir fuera de España a competir. Recuerdo que cuando nos dejaron fuimos a correr el Tour y abandonamos todos los españoles. El ciclismo de Europa era muy diferente al nuestro. Poco a poco, nos fuimos acoplando, pero no fue fácil porque en nuestro país también había muchas diferencias. Por ejemplo, los mallorquines no querían correr en Barcelona, los vascos no querían venir a Madrid... Era como un ciclismo regional.

Si traía tubulares de Italia, quiere decir que la picaresca estaba a la orden del día...

Más que picaresca, lo que hacíamos eran intercambios, trueques. Yo llegué a cambiar tres pares de guantes por unos tubulares. Vivíamos con los premios que ganábamos en la carrera. Recuerdo que en la Vuelta de 1948 gané 17.000 pesetas, gracias a cuatro etapas y al maillot de la montaña.

¿Tenía alguna especialidad?

Yo era un routier, me acoplaba a todo. La prueba es que gané carreras de montaña y varias contrarreloj. Disfrutaba cuando se endurecía la carrera. Además, para mí era una ventaja que casi nunca hubiese sprints. Siempre había escapadas.

¿Se ve reflejado en algún ciclista actual?

No, pero se puede decir que era el Alberto Contador de la época. Gané muchas etapas y muchas carreras.

¿Qué le está pareciendo la Vuelta este año?

De momento, me está gustando mucho. Sigo todas las etapas y veo que este año hay interés por la Vuelta. Además, está muy emocionante porque hay muchos movimientos, cambios de líder... La etapa del Xorret del Catí me encantó y aún quedan etapas preciosas. Pienso que la Vuelta está este año más interesante que el Tour o el Giro.