sted tuvo que pasar a profesionales en Portugal. ¿Fueron duros sus comienzos?
Ganaba poco dinero, pero guardo bonitos recuerdos de entonces. Mi meta siempre ha sido convertirme en ciclista.
Afronta su cuarta participación consecutiva en la Vuelta con el mismo objetivo: podio.
Así es, estas temporadas las he enfocado al cajón de Madrid. Desde 2007 he rozado el palo, ojalá tenga suerte esta vez. Por fortuna, el equipo me apoya.
Ya se han vivido días importantes y continúa en la pelea.
Cierto, en la crono nocturna de Sevilla nos defendimos muy bien. Además, ha habido dos etapas con final en alto en las que se han producido diferencias. Ahí no puedo competir con la gente explosiva. La carrera no ha hecho nada más que comenzar, pero me veo arriba y aún falta por llegar mi parte favorita: la alta montaña.
Sin embargo, también queda la contrarreloj de Peñafiel.
Será decisiva y ese terreno me penaliza, así que espero conseguir toda la renta posible en las jornadas de montaña. Me siento con las mejores vibraciones.
Igor Antón, Purito, Nibali o Menchov le señalan como uno de sus rivales más peligrosos.
Me llena de orgullo que gente de tanta calidad me coloque ese cartel. Intentaré dar lo máximo.
Y usted, ¿a quién considera aspirante a la general?
Si viene a tope, a Menchov por encima del resto.
Todavía no ha logrado ninguna victoria de etapa en la Vuelta.
A ver qué pasa este año. Me haría ilusión estrenarme en Cotobello o la Bola del Mundo, han generado mucha expectación.
¿Cómo le afectaron las declaraciones del anterior médico, Rodríguez Bastida, que dijo que el Xacobeo le sustituyó por un dopador (Alberto Beltrán)?
Nosotros estamos tranquilos, ya firmamos un comunicado en el que rechazamos cualquier acusación.
¿Y la incertidumbre sobre la continuidad del equipo en 2011?
Estamos centrados en nuestro trabajo, aunque no hay duda de que la inseguridad te inquieta. Los ciclistas deseamos que el proyecto siga adelante.
(Xacobeo ya ha enviado a la UCI la documentación para inscribirse la temporada que viene).
