El español David Blanco (Palmeiras) venció hoy la séptima etapa de la 72o edición de la Vuelta a Portugal, de 168 kilómetros y con final en alto, en una jornada que refuerza su condición de líder a falta de tres días para al final de la prueba.

El gallego, que completó el recorrido en 3:26:59 con una velocidad media cercana a los 35,6 km/h, se impuso en el puerto de La Torre, de categoría especial, al portugués Hernani Broco (LA-Rota dos Móveis), que ahora es segundo en la general a 53 segundos, y al español Sergio Pardilla (Carmiooro-NGC).

David Bernabeu (Barbot-Siper), uno de los favoritos, cayó al tercer puesto al perder once segundos respecto a Blanco y ya tiene una desventaja de 1:04.

En la etapa reina de la competición, que tuvo que ser modificada por los incendios que azotan la Sierra da Estrela, Blanco dio un golpe de autoridad y atacó en la recta final del coloso de La Torre, donde no encontró oposición entre sus principales rivales.

El gallego, de 35 años, igualará el récord de cuatro triunfos del portugués Marco Chagas si gana la presente edición de la Vuelta a Portugal.

En declaraciones televisivas, el corredor coruñés se mostró exultante por el logro, aunque con dosis de cautela.

Este triunfo "es otro paso más, más largo que el anterior. Siempre queda la contrarreloj (este sábado) y dos etapas. Siempre puede suceder cualquier cosa", señaló.

Blanco contó también que con la edad ha mejorado en las subidas y que, desde 2006, perdió hasta seis kilos para ganar ligereza.

El pelotón se enfrenta mañana a la octava etapa, entre Oliveira do Hospital y Oliveira do Bairro con 169,9 kilómetros, un trazado llano ideal para velocistas.