Carlos Sastre, ganador del Tour 2008, se vio envuelto en las múltiples caídas que se produjeron en la tercera etapa del Tour de Francia y tuvo el infortunio de romper las dos ruedas de la bicicleta en el penúltimo tramo de pavés, cuando marchaba en el grupo de Alberto Contador.

Carlos Sastre terminó con un sabor agridulce la etapa. Por un lado, estaba la satisfacción por la primera victoria del equipo Cervélo en esta edición, de manos del noruego Thor Hushovd; por el otro, el contratiempo de una caída cuando en la parte final de la etapa rodaba sin problemas en el grupo Contador y otros favoritos de la carrera.

"Este Tour ha comenzado movidito, parecido al Giro de Italia. Hoy ha sido una etapa que era temida por todos por el tipo de riesgo que implicaba los tramos de pavés, y así ha sido. Ha sido un día un día francamente duro, ha hecho muchísimo viento en contra, y yo me he sentido en todo momento arropado por mi equipo", dijo Sastre.

Resultado aparte, dijo Sastre, "la victoria de Thor Hushovd ha sido muy importante, porque era uno de los objetivos del equipo para el comienzo de este Tour, y por ello estamos todos muy contentos".

A nivel personal, Sastre comentó que siempre había estado delante, hasta que el penúltimo tramo, cuando "se cayó un corredor delante de mí en una de las pocas curvas que había en los tramos de pavé y no he podido esquivarlo".

"He tenido la mala suerte de romper las dos ruedas, pero afortunadamente venía mi compañero Lancaster conmigo, me ha dejado sus ruedas y he podido arrancar. En ese tramo me ha cogido un grupo grande que venía detrás, con el que he llegado a la meta perdiendo el menos tiempo posible", comentó el jefe de filas del Cervélo.

El ciclista abulense sólo sufre un leve golpe en una costilla. "Podía haber sido peor. Estoy contento de haber podido continuar y de no haberme hecho más daño en la caída", concluyó.