Al final de la Vuelta la opinión general era que deportivamente todo habría ido mejor si la carrera se hubiera disputado al revés: las etapas más duras al final y no al inicio.
En la 1ª etapa llegaron destacados con dos minutos el belga Digneff y Cañardo. En la segunda el valenciano Antonio Escuriet se escapa con Gustave Deloor, lo deja atrás, alcanza y rebasa a Cardona y gana con 2:12 sobre éste y 3:45 sobre el belga, quien, a su vez, sacó una ventaja de 10:27 sobre el resto de favoritos que resultaría decisiva.
Más aún cuando en la 3ª etapa Escuriet es víctima de un forúnculo, pierde media hora y al día siguiente abandona. Las etapas de San Sebastián, Zaragoza y Barcelona también son duras, pero Deloor, Digneff y Cañardo llegan siempre con el primer grupo.
A partir de ahí Deloor y los belgas dominan a sus pocos y agotados rivales. Sólo Mariano Cañardo lo intenta sin éxito. Pierde el segundo puesto por avería en la penúltima etapa, pero lo recupera en la última lanzándose en el descenso de Navacerrada.
