Se acaba el año. Hora de hacer balance.

Yo no soy conformista, pero va a ser difícil de igualar. No sólo gané el Tour, que era mi gran objetivo, también estuve luchando en todas las carreras en las que participé y saqué muy buenos resultados. Esto me ha dado la Bicicleta de Oro y el número uno del ránking UCI. No se puede pedir más. Yo creo que ha sido la mejor campaña de mi carrera deportiva. Y también la más difícil.

¿Lo dice por la lucha psicológica que tuvo que librar en su propio equipo durante el Tour?

El Tour ya terminó. Fue difícil tanto física como psicológicamente, pero estaba preparado. Intuía cómo se iban a desarrollar las cosas.

¿Incluso que no le iban a facilitar las mejores ruedas para la contrarreloj de Mónaco o que le iban a dejar sin coche para ir a la crono de Annecy o para volver del Mont Ventoux?

Eso no lo podía pensar, evidentemente. Pero aún comprándolo, pude tener el mejor material. Y el coche tampoco lo eché de menos, porque mi hermano estuvo conmigo en todo momento. Y no sólo para llevarme en coche.

El año anterior, cuando al Astaná le vetaron en el Tour, usted fue fiel al equipo. No trató de cambiar para poder correrlo y les salvó el año con el Giro y la Vuelta. Parece que esto pronto se olvidó.

Yo tenía un contrato que no podía rescindir. No cómo ahora, que tengo una cláusula por la que puedo cambiar de equipo si el Astaná no corre el Tour. Además, en ese momento estaba en juego el futuro de mis compañeros. Eran más de cincuenta familias.

Pues ahora Armstrong se vanagloria de que la mayoría de los corredores del equipo se han ido con él, en lugar de con usted.

Fue una decisión lógica. Y yo la entiendo. RadioShack les ofrecía un proyecto sólido y bien remunerado. Yo no les podía ofrecer nada, ni siquiera comprometerme. Hasta mediados de diciembre no tuve equipo.

No se entiende que un ciclista que ha ganado las tres grandes tenga estos problemas.

Con todo, yo me siento un privilegiado. Cierto que cada invierno pasa algo, que no tengo contrato, que no vamos al Tour, que llega Armstrong, que no tengo equipo... Echo de menos un poco de tranquilidad, pero siempre consigo que no influya en mis entrenamientos. Lo mismo cuando logre la estabilidad no tengo los mismos resultados.

Para 2011 tiene que estar todo bien atado, ¿no?

Tengo varias opciones y tiempo para elegir. Equipos fuertes que se interesan por mí, el mismo Astaná si las cosas funcionan o hasta sacar un proyecto propio. Pero tengo que centrarme para que las distintas negociaciones no influyan en mi preparación.

Hasta que no acabe el Tour no quiere hablar de nada.

No. Antes del Tour quiero saber ya cómo van a ir los tiros.

Por cierto. Vaya Tour, cinco llegadas en alto.

Sí, este año es más duro, más para escaladores. Tiene más montaña y más exigentes.

Bueno para usted.

Bueno para mí y bueno para Andy Schleck.

¿Quién será el adversario más duro: Andy o Armstrong?

Andy será el más duro en la montaña. Vendrá con más madurez y experiencia y seguro que tendremos varios mano a mano. Pero en este Tour va a haber muchos y grandes rivales. Como Leipheimer o Klöden.

¿Y quién más?

Muchos. No me quiero dejar nombres.

¿No quiere citar a Armstrong?

Lance también tiene sus opciones, desde luego. Quedó tercero este año, tiene una gran experiencia y un equipazo. Va a ser un Tour difícil por muchos factores.

Si son tantos los rivales y usted el hombre a batir, necesitará un equipo fuerte si se pone de líder.

Tenemos que ver cómo funciona. Yo tengo mucha confianza en mis compañeros. Llevar el liderato siempre es complicado para cualquiera. Hay muchas circunstancias que influyen en la carrera y no todas puedes controlarlas. Yo voy a intentar llegar preparado y motivado al cien por cien. Luego, ya se verá.

¿Le preocupa la etapa del pavés?

No demasiado. Me preocupa sufrir una caída. Va a haber una fuerte pelea por entrar en cabeza en los tramos de pavés. Todo el mundo querrá estar delante. Eso va a generar mucha tensión y peligro. Hay que tratar de pasarla con la mayor normalidad posible y no correr excesivos riesgos. Mejor sufrir un corte. Si pierdes algo de tiempo puede ser recuperable. Si sufres una caída puede ser irreversible.

¿Qué etapa le preocupa?

Ninguna en particular y todas en general. No puedes prever dónde habrá viento. Días en principio normales pueden resultar claves por la situación en la general y los intereses de varios corredores.

La crono final tiene 51 km. ¿Demasiado larga?

Algo más que el año pasado. Me van mejor que no pasen de cuarenta, pero en ese momento dependerá más de la forma en que llegues. Si estoy fuerte me puedo acoplar bien

¿Qué papel representará Vinokourov en el Tour?

Será una baza importante. Es una referencia y un maestro para los corredores kazajos. Será un hombre clave en la estrategia del equipo.

Vinokourov siempre ha sido un corredor impulsivo y atacante. ¿Se conformará con ser su ayudante?

Tenemos una estupenda relación y yo le veo muy convencido. Claro que tendrá sus ambiciones, pero son compatibles con las mías. Si Vino esta en el Tour será una gran ventaja.

¿Y estará?

A mediados de este mes el presidente de la UCI estuvo en Madrid y dijo que no existía inconveniente para que disputara el Tour.

¿Hablamos de la Vuelta?

A día de hoy no puedo saber si podré disputarla. Me gusta mucho el recorrido. La etapa de Cotobello es magnífica y también la de la Bola del Mundo. Pero ahora, tanto yo como el equipo nos debemos centrar en el Tour. Ya se verá luego si podemos ir a la Vuelta.

¿Un deseo para 2010?

Sobre todo salud, para mí y para los míos. Y también para todos los aficionados al ciclismo. En lo deportivo... también salud. Si puedo entrenarme sin problemas, lo que tenga que venir, vendrá.