El "paripé" del pinganillo indigna a la organización

Ciclismo | Tour de Francia

El "paripé" del pinganillo indigna a la organización

El "paripé" del pinganillo indigna a la organización

reuters

Pacto de no agresión de los 14 'pro-auriculares'.

"Se va de maravilla sin pinganillo", decía Carlos Sastre. Había pasado la jornada más tranquila en el Tour. Sin ataques. Sin nervios. Sin órdenes. ¿O con ellas? "Fue un paripé. Me hubiera gustado disputar la etapa de otra manera, pero somos obreros y debemos obedecer", opinó Carlos Barredo, del Quick Step. El Quick Step formaba parte de las 14 escuadras que habían presionado sin éxito al Tour y la UCI para que la jornada de ayer se disputara con la ayuda de los auriculares, como siempre, pese a que todos sabían desde el 15 de junio que esto iba a ser así, tanto ayer como el viernes camino de Colmar.

"La carrera estuvo controlada", dijo Contador. La escapada de tres franceses de los equipos favorables al Tour se llevó de invitado a Ignatiev, un llegador del Katusha, infiltrado en la fuga que no dio relevos hasta el final. El pacto entre los managers fue claro. "Nos pusieron a tirar a uno de cada equipo y a mantener a los escapados", apunta Barredo. "Salió como esperábamos", decía Gorka Verdugo (Euskaltel). "La UCI quiso quitar los auriculares para dar espectáculo pero ha conseguido que la etapa sea aburrida", apunta Astarloza.

Las reuniones de los 14 equipos tuvieron un mismo discurso. Nada de líos, ni de fugas. La etapa se juega en los últimos 30 km. "Hubo un pacto entre corredores", deslizaba desde el coche Miguel Madariaga, manager del Euskaltel. El Tour no va a permitir otro escándalo como el de ayer. "Estoy indignado. Los equipos han jugado con los dados trucados", dijo Christian Prudhomme, director del Tour. El holandés Martin Bruin, presidente del jurado de comisarios, dijo a AS: "Repetiremos el viernes una etapa sin auriculares". Algo que niega Armstrong: "El viernes se van a usar los auriculares". Los más atrevidos dicen que si 14 equipos salen con auricular nadie tendrá valor para mandar para casa a más de cien corredores.