El Mont Ventoux viste de amarillo a Valverde

Ciclismo | Dauphiné Libéré

El Mont Ventoux viste de amarillo a Valverde

El Mont Ventoux viste de amarillo a Valverde

reuters

Quizá no corra el Tour, pero Alejandro Valverde sigue dando que hablar en Francia. El murciano no sólo es el líder del Dauphiné Libéré, sino que ayer se permitió el lujo de no ganar en el Mont Ventoux ante un polaco inédito.

Van un polaco (Szmyd) y un murciano (Valverde) por la Luna (Mont Ventoux) y gana Szmyd porque Valverde ya considera suficiente vestirse de amarillo entre piedras en el Dauphiné Libéré. Polonia tiene desde ayer a un héroe ciclista llamado Sylvester, de 31 años, sin ningún triunfo en sus ocho primeras temporadas como profesional.

El Gigante de la Provenza atrajo sol y público para que nadie pudiera perderse la que es, posiblemente, la ascensión más asfixiante del ciclismo mundial. En el Mont Ventoux, Cadel Evans sintió el aliento de Alberto Contador en su cogote. El australiano, líder hasta ayer, sabía que no se iba a poder separar de él. A pie de puerto, todavía entre árboles, Valverde avisó a Contador de sus intenciones. Cumplió con un hachazo a ocho kilómetros de la cima. Pasó a Ivan Basso, Haimar Zubeldia y a los restos de un naufragio previo. Sólo se le pegó el tal Szmyd, el Liquigas que no era Basso.

Alejandro Valverde fue poco a poco recortándole el 1:54 que llevaba perdido en la general con Evans. Szmyd, a su bola, tiró de él en algunos tramos pese a ser perfectamente consciente de que en un final apretado no tenía nada que hacer con el Bala.

Como Armstrong.

Con el amarillo virtual, Valverde decidió dejarle ganar en el Ventoux, como en 2000, allí mismo, hizo Lance Armstrong con Marco Pantani. El americano se pavoneó luego, lo que le sentó al italiano a cuerno quemado. "Un campeón no puede dejar ganar a otro campeón". Szmyd no lo es, así que no se va a quejar. ¿Y Valverde? Feliz. A medias. Bernard Laporte, secretario de Estado francés para el deporte, seguirá en sus trece. No le quiere en el Tour.

El Izoard, puerta de los Alpes

La carrera llega hoy a Briançon previo paso por el Izoard, un coloso de los Alpes. La etapa reina espera para mañana con la meta en la cima de la mítica Croix de Fer.