La última etapa alpina, la única por los Alpes franceses, no trajo grandes diferencias en la general, pero sí muchas señales sobre cómo se va a desarrollar la lucha por el Giro de Italia. Ahora mismo Danilo di Luca es el más fuerte. El líder no se limitó a defender su maglia rosa, pasó al ataque, ganó la etapa y ahora ya tiene más de un minuto (1:20) sobre su inmediato seguidor, el ruso Menchov. El punto flaco de Di Luca es el fondo. Veremos si tiene reservas para aguantar este largo Giro.

Caso contrario el de Carlos Sastre, quien tiene como máxima virtud su gran resistencia física. En una carrera por eliminación como se presume va a ser este Giro, alimenta el optimismo ver a Sastre ya a tan buen nivel. La larguísima (60,8 km) contrarreloj de mañana es su gran handicap, pero el abulense de Leganés es un ciclista que va a más con las etapas, se crece en el momento en el que los demás van con la reserva.

Y tampoco los demás meten miedo. Basso y Leipheimer, los dos grandes favoritos en las apuestas, no pudieron responder cuando la cosa se puso dura. No perdieron mucho, pero fue sintomático. El mismo tiempo (29 segundos) perdió Armstrong, que tuvo que apretar mucho los dientes para estar en ese grupo, pero empieza a subir su nivel.

Rápido.

La etapa se inició a ritmo de vértigo: 50,4 km/h en la primera hora de carrera. Hasta el km 120 no llegaría la primera fuga seria. Stefano Garzelli atacó en las rampas del primer puerto (Moncenisio) y llegaría a la cima de Sestriere con 6:23 sobre el pelotón y 3:57 sobre Visconti y Grivko, que acabarían atrapándole a 20 km de meta, con el grupo ya a menos de dos minutos.

Los tres serían neutralizados en la ascensión al último puerto (Pra Maritimo, de 2ª) bajo la impulsión del Liquigas de Basso y, finalmente, el ataque de Franco Pellizotti.

Esta acción acabó por romper el paquete. Se esperaba que tras Pellizotti saldría Basso a rematar, pero el que pasó a la ofensiva fue Di Luca. La cosa se puso muy seria. Por la cima, a 7 segundos de Pellizotti, pasan Di Luca, Sastre, Menchov, Basso, Leipheimer, Garzelli y Soler.

Quedaban 10 km a meta y un reviradísimo descenso en el que Di Luca atacó con tanta técnica como valentía. Sólo le aguantaron Sastre, Menchov, Pellizotti y el talaverano David Arroyo, fenomenal ayer. Basso y Leipheimer quedaron atrás y tampoco mostraron gran capacidad de reacción.

Todo lo contrario que Di Luca, que aprovechó un repecho, a 3 km de meta, para dar un estacazo a sus compañeros de fuga y marcharse solo para ganar la etapa con 10 segundos sobre Pellizotti, Menchov (ojo al ruso) y Sastre; y 26 sobre Arroyo y 29 sobre Basso y otros siete corredores.