"Nos han llevado a un ritmo asfixiante, lo que ha provocado un autentico rosario, descolgando a corredores como Cunego, Simoni o Armstrong", explicó Arroyo, que describió el resultado como "positivo" y que le permite salir "reforzado moralmente".
Arroyo explicó que su ausencia en el grupo cabecero se produjo a tres kilómetros de meta, pero que reaccionó subiendo a su ritmo hasta volver a enganchar con él a falta de quinientos metros. "También hemos podido ver quiénes son los corredores que optan a la general final aunque de momento veo las fuerzas muy igualadas", indicó.
Ahora el jefe de filas del Caisse d''Epargne en este Giro de Italia pretende "recuperarse" en la medida de lo posible de los "esfuerzos" de estos días aunque por delante haya tres etapas de más de 200 kilómetros, con un perfil rompepiernas.