Los corredores del pelotón de la Vuelta a España han negado que el retraso de más de una hora con el que han llegado a meta en la decimosexta etapa, Ponferrada-Zamora (186,3 kms.), se debiera a una protesta y lo han achacado a "un cúmulo de circunstancias", fundamentalmente "el cansancio acumulado".

"La salida era muy dura y la gente está muy cascada. Si hubiese habido batalla se hubiesen abierto diferencias irrecuperables. La escapada no podía ir a ninguna parte, sabíamos que no iba a llegar porque había rectas largas y aire de frente. Al final, se ha hecho pesado, pero estos días vienen bien", dijo el líder, Alberto Contador.

El tercer clasificado de la general, Carlos Sastre, ha comentado que "después de las tres jornadas de montaña y tras una Vuelta a España vertiginosa, todo el mundo necesitaba de un día de relax y hoy ha sido propicio, con esa subida de primera categoría en la que nadie tenía muchas ganas de atacar".

"Luego también influía el recorrido, sin presencia de viento de costado, lo que ha beneficiado la tranquilidad en el seno del pelotón y el que nos hayamos tomado un día de ''vacaciones'' en los casi 190 kilómetros que hemos hecho. Hemos podido descansar y mirar un poquito más hacia delante en esta Vuelta", se congratuló.

"No creo que haya sido una protesta", explicó, por su parte, David Arroyo (Caisse d'Epargne), para quien fue "un cúmulo de circunstancias", como "las ganas de tranquilidad y de relax" de unos corredores deseosos de "recuperar fuerzas" en "una Vuelta que está siendo muy rápida" lo que llevó a una jornada como la de hoy.

"Se ha juntado todo, ha sido un cúmulo de circunstancias. Las fuerzas están justas y que ese puerto no beneficiaba, pero siempre hay días de estos en la Vuelta porque estamos en la tercera semana y hay mucho cansancio en el pelotón", destacó Pedro Horrillo.

Íñigo Cuesta (CSC) recordó que se llevaban "tres días muy duros" seguidos, que "las fuerzas están muy justas" y que eso "ha quitado las ganas de atacar, más con la salida de hoy".

En cuanto a un posible malestar del pelotón por el puerto no puntuable en el último tramo de la etapa de ayer y en el de primera nada más salir hoy ha comentado que "ayer molestaba, más que nada, por si había un corte y se te quedaba el líder del equipo".

"Ha sido de los pocos días con tranquilidad. Ayer no esperábamos que el puerto fuese tan exigente y tenía que haber sido puntuable, pero lo de hoy ha sido más por ir con calma porque se va muy rápido y la gente está cansada", señaló, por su parte, Xabier Zandio. El navarro, que también recordó que en la Vuelta "siempre hay etapas así", aseguró que "no habrá más días así" en lo que queda de Vuelta.

Ezequiel Mosquera afirmó que "no se hablado" entre los corredores de hacer la jornada tranquila, pero confesó que hubo "un pacto silencioso" entre todos ellos para que así fuese.

"Hay días que vamos a 50 por hora y nadie dice nada, y hoy la gente necesitaba recuperar fuerzas. Somos de carne y hueso. Al principio había un puerto que nos hubiese machacado. No hubo un acuerdo en el pelotón y no tenía nada que ver con el alto de ayer, aunque reconozco que me pilló por sorpresa, se quejó, por su parte, Juanma Gárate.