"No sé si ganaré el Tour, sólo quiero disfrutar"

Carlos Sastre

"No sé si ganaré el Tour, sólo quiero disfrutar"

"No sé si ganaré el Tour, sólo quiero disfrutar"

jesús rubio

Carlos Sastre vivió su primer amarillo con un cansancio tan visible como su emoción. El nuevo líder toca de cerca su sueño a los 33 años. No era un día para hacer cuentas.

¿Cansado?

Cansado no, estoy muerto. Llegué a la meta sin poder dar ni una sola pedalada más.

Un triunfo en el Alpe d'Huez y un amarillo en el Tour bien lo valen, ¿verdad?

Claro. Éste es uno de los días más felices de toda mi vida. Parte del sueño que llevo persiguiendo durante tantos años se ha hecho ya realidad. Soy muy feliz.

¿De quién se acuerda en estos momentos?

De mis hijos, de mi mujer, y también del CSC. Es el primer año en toda mi carrera en el que he podido preparar el Tour casi exclusivamente, centrado sólo en esta carrera. Todo lo sufrido tiene una recompensa especial con este triunfo, que también lo es de todo el equipo. La gente tuvo dudas.

Les salió todo el trabajo redondo.

Sin la libertad que me dieron los hermanos Schleck y Biarne Riis no hubiera sido posible. Riis me estuvo cantando las diferencias en toda la subida. Ellos me permitieron que tuviera la oportunidad de marcharme en el Alpe d'Huez.

¿Cuándo tomó la decisión de marcharse?

En ese mismo instante. Sabía que era mi momento. Entonces le dije a Frank (Schleck), "allá voy".

Y se fue.

La gente venía muy justita, tocada después de una subida a la Croix de Fer que había sido infernal.

Se le vio en la parte de atrás del pelotón allí.

Sí. Pasé algún mal momento. Marcamos un ritmo tan alto y sostenido que nos tuvieron contra las cuerdas. ¡Incluso a mí!

¿Cómo analiza la subida al Alpe d'Huez?

La táctica estaba marcada. Soy un escalador y se me dan bien los puertos cuando puedo subirlos a mi ritmo. Eso hice. Sabía que podía llegar a lo más alto y con diferencia. Salté del grupo con toda la voluntad, sabiendo que debía exprimirme y darlo todo para sacar el máximo tiempo posible en la meta. Y salió lo que salió. No esperaba recortar ni más ni menos tiempo. No había más remedio que ser valiente porque era mi última oportunidad.

Los Schleck se quedaron atrás, en el grupo, pero incluso llegaron a acelerar en algún momento la marcha

No, simplemente ellos controlaron perfectamente a Cadel Evans porque era el rival más importante que teníamos entre los favoritos. Le sujetaron bien cada vez que intentó marcharse a por mí.

¿Estaba así planificado?

Sí. Frank y Andy Schleck se sacrificaron por mí. Sin su ayuda no sería amarillo. Lo hablamos por la mañana en el autobús. Pensamos en un ataque desde más lejos, en la Croix de Fer, pero el viento de cara nos lo impidió. Decidimos marcar el ritmo con la potencia de nuestros hombres que no son escaladores como los Schleck o yo.

Ahora le saca 1:24 a Schleck, 1:33 a Kohl, 1:34 a Evans

No quiero pensar en números. Ya habrá tiempo para eso. Sólo quiero disfrutar con la gente de mi equipo y descansar.