Manuel Triki Beltrán fue ayer excluido por su equipo, el Liquigas, del Tour de Francia por haber dado positivo por EPO en un control realizado tras la primera etapa, la que llevó el pasado sábado a los ciclistas de Brest a Plumelec. El Liquigas va a tomar la salida en la jornada de hoy, algo que no podría haber hecho cuando el Tour estaba reglado bajo las normas de la UCI. La formación italiana obtuvo la confirmación por parte de la organización de la ronda francesa de que no están excluidos de la carrera.

El granadino de 37 años llegó anoche a las dependencias de la Fiscalía de Aurillac para prestar declaración, debería regresar hoy a España a la espera de recibir los resultados del contraanálisis que ha solicitado. Beltrán ya fue relacionado con un supuesto caso de dopaje durante el Mundial de Hamilton (Canadá) en 2003 y, durante una Volta a Catalunya, salvó con una tasa anómala de corticoides con una receta médica.

Como que el dopaje es delito en Francia, la detención de Beltrán se convirtió en un espectáculo policíaco. Nueve coches de la gendarmería francesa y no menos de 20 oficiales sitiaron el hotel Les Voyageurs, de la pequeña localidad de Le Rouget, a unos 20 kilómetros de Aurillac. Al filo de las nueve de la noche, mientras Roberto Amadi, mánager del Liquigas, daba explicaciones a la Prensa, Beltrán, que no iba esposado, salió por la puerta trasera del hotel y se introdujo en un coche de policía, imagen cazada por AS. Amadi admitió sentirse "desolado". Si el contraanálisis sale positivo será despedido.

Valores anormales

Por otra parte, los controles sanguíneos practicados por la Agencia Francesa de Lucha contra el Dopaje (AFLD) a todo el pelotón del Tour antes del inicio de la prueba, revelaron que una decena de ciclistas tenía niveles "anormales", según indicó ayer Le Monde. Además, la AFLD confirmó que los resultados de los controles sanguíneos serán enviados a la UCI para que contribuyan a la elaboración del pasaporte antidopaje de cada corredor.