Roman Kreuziger (Liquigas) se impuso en la penúltima etapa de la Vuelta a Suiza, una cronoescalada de 25 kilómetros disputada en el col de Klausen, y arrebató el maillot de líder al luxemburgués Kim Kirchen (High Road) a falta de una jornada para el final de la ronda helvética.

La durísima cronoescalada disputada en el col de Klausen cumplió los pronósticos previos de que se producirían diferencias decisivas para la clasificación general, ya que el líder Kirchen se cayó de los puestos de un podio que ahora ocupan Kreuziger y Klöden (Astana) como primero y segundo y que cierra el español Igor Antón (Euskaltel Euskadi).

El mejor tiempo que marcó el escalador venezolano José Rujano (Caisse d'Epargne) y que mantuvo durante más de una hora hasta la llegada de Kreuziger a la meta fue la referencia de los favoritos, ya que sólo el checo pudo superarlo mientras que el alemán Klöden se quedó a un segundo y se tuvo que conformar con el tercer puesto en la etapa.

Exhibición

Kreuziger, que partía a 27 segundos de Kirchen, se lanzó en busca del maillot de líder desde la rampa de salida y en el primer paso intermedio, situado en el kilómetro 9 de la ascensión, marcó el mejor tiempo por delante de Rujano, mientras que el Kirchen daba las primeras muestras de debilidad.

El joven checo acarició el sueño de colocarse como líder cuando se aproximó al español Antón, que había salido dos minutos antes, y confirmó su gran cronoescalada en el segundo paso intermedio, en el kilómetro 18, cuando aventajó en más de dos minutos a Kirchen y se vistió como líder virtual de la carrera.

A pesar de la presión del corredor del Liquigas, el español Igor Antón (Euskaltel Euskadi) no permitió que el checo le diese caza y marcó el séptimo mejor tiempo de la etapa para mantener el tercer puesto en el podio, y sólo un especialista como Kloden se acercó al tiempo de Kreuziger, el único que pudo superar en meta el tiempo de Rujano y que se colocó como líder.

Mañana, el checo Kreuziger defenderá su liderato en los últimos 168 kilómetros de la Vuelta a Suiza, que unirán la localidad de Altdorf con la capital Berna y donde los corredores tendrán que superar dos altos de cuarta categoría en los treinta kilómetros finales de la jornada.