Kirchen triunfa bajo el control de Contador

El luxemburgués Kim Kirchen ganó al sprint la segunda etapa de la Vuelta al País Vasco, que se desarrolló bajo un estricto control del Astaná e incluso de Alberto Contador en primera persona.

Privado de participar en el Tour, el madrileño está supermotivado para aprovechar las pocas carreras importantes en las que le van a dejar competir este año. Tras colocarse ayer de líder, Contador incluso llegó a estar otra vez escapado a 7 km de meta. No fue una ofensiva, sino una respuesta al ataque de Luis León Sánchez. A su rueda sólo aguantó el eslovaco Velits, campeón mundial Sub-23, pero una vez alcanzaron a Luis León, éste frenó y fueron cazados por el pelotón.

"Las fuerzas nunca sobran, pero la carrera se puede decidir por segundos y cuando ataca alguien importante hay que dejarse de miramientos", razonaba Contador, quien siguió muy atento unos últimos kilómetros muy locos en los que incluso se produjo una caída, que llegó a cortar el pelotón.

Contador quedó atrás y en principio le picaron tres segundos de pérdida sobre el primer grupillo (entre ellos Evans), pero al haber sido consecuencia de la caída (en el último kilómetro), los jueces, con buen criterio, marcaron a todos el mismo tiempo.

Hasta ese sprint la atención se fijó en una larga escapada que empezó a nueve kilómetros de la salida y acabó a la misma distancia de la meta (135 km en total). La protagonizaron los suizos Albasini y Schwab y los españoles Arrieta y Landaluze. Este ultimo muy motivado porque la etapa acababa a 5 km de su casa en Algorta.