- ¿Qué porcentaje de posibilidades tiene de estar en el podio de París?

- ¡Uf! ¿Porcentaje? No sé, no sé... Si estoy bien no debería tener problemas para estar en el podio. Con sacarle a Kivikev un segundo y poco en cada kilómetro sería suficiente.

- Además, usted ha obtenido triunfos en contrarreloj y Kivilev no.

- ¡Ya! Pero esa referencia no vale para nada en el Tour. Aquí lo único que cuenta es la reserva de fuerzas. En la última crono no sirve de mucho ser un especialista si has llegado vacío a la última semana.

- ¿Y cómo acaba Beloki de fuerzas?

- Bien, bien... Además, no tengo nada que perder y voy a vaciar todas las reservas.

- Se encuentra en una situación muy parecida a la del año pasado, porque se juega usted la tercera plaza en la última contrarreloj.

- Sólo es parecida en que me juego el podio, pero hay cosas distintas. Primero, que entonces defendía la tercera posición, mientras que ahora debo remontar. La otra diferencia me favorece más, porque Moreau era un especialista y Kivilev no.

- ¿Qué puede dejarle fuera del podio?

- Tener un mal día. También está la moral de Kivilev, porque muchos pensaban que reventaría en la montaña y no lo hizo.

- ¿Y usted creía en él?

- Yo siempre creí en Kivilev. Cuando ocupas un buen puesto en el Tour, te agarras a él como sea.

- Termine usted tercero o cuarto, al menos se sentirá como el tercer corredor más fuerte del Tour, por detrás de Armstrong y Ullrich.

- ¡De eso nada! Si quedo cuarto es que soy el cuarto. No hay que quitarle méritos a Kivilev, porque el podio se lo está ganando en la carretera. Es cierto que obtuvo una gran ventaja en una escapada bidón, pero también es verdad que nosotros le habíamos metido antes dieciocho minutos en un abanico. Él también podría buscarse la excusa de que si no fuera por aquella minutada, ahora tendría el podio asegurado.

- En cualquier caso, ¿qué le supone esta actuación en el Tour? ¿Una confirmación o un estancamiento?

- Acabar tercero o cuarto supone mi confirmación en el Tour. Me he dado de frente con un Armstrong increíble y con un Ullrich parecido o superior al que ganó el Tour en 1997, pero sí que me siento mejor ciclista que el año pasado. He progresado.