El hecho de que el equipo de los ciegos acelerara vertiginosamente el ritmo del pelotón, con la ayuda del US Postal, justo en el momento del avituallamiento, mosqueó mucho a Eusebio Unzué, director de ibanesto, que vio como muchos de sus hombres (Mancebo) se quedaban cortados.

La ONCE buscaba recortar tiempo a la sorprendente escapada que se había formado. En ella estaba Julich, un peligro para la general. Así se disecciona el primer contraste de pareceres entre Unzué y Saiz. ¡Y aún estamos en la quinta etapa!.

“La ONCE atacó en el avituallamiento de forma premeditada, aunque ya me lo olía”, dijo Unzué, que remarcó que “sólo hay que revisar la historia para ver que no es la primera vez que pasa”. No obstante, Unzué entendió “que quisieran mantener el maillot amarillo”. Cabe recordar que la ONCE atacó en las marismas del paso Gois —en el Tour del 99— aprovechándose de las múltiples caídas.

El navarro llegó tenso a la meta, al igual que Manolo Saiz. “Cometimos el error de no meter a nadie en la escapada y debíamos solucionarlo”, así justificó el director de la ONCE la fugaz aceleración. Preguntado por si el arreón perjudicó a Mancebo, líder de ibanesto, respondió: “Vamos a poner a todo el mundo en su sitio. Mancebo está en un escalón diferente al de los que buscan la general final”. Claro y contundente, como puede verse.