Pero tras ellos no se ve a nadie que pueda competir contra la tan nutrida como selecta tropa española. El triunfo va a estar complicado, pero está claro que en los movimientos de los corredores españoles va estar la llave que decida esa batalla germano-estadounidense. Y que no se descuiden.

Tenemos dos buenas opciones para el podio: Joseba Beloki y Roberto Heras. Otros dos tipos que, como los anteriores, ya saben lo que es quedar entre los diez primeros: Ángel Casero y Paco Mancebo. Y otros tres que son debutantes, pero que apuestan por unirse al club de los top ten: Igor Galdeano, Haimar Zubeldia y Óscar Sevilla.

No todos lo van a conseguir. En esta carrera de resistencia y eliminación alguno quedará en la cuneta por un despiste, una pájara o las inevitables caídas. Pero mal se tiene que dar para que varios de ellos no alcancen un alto protagonismo. Al fin y al cabo pocos están a parecido nivel: Casagrande, Garzelli, Moreau y ¿quién más? ¿Axel Merckx?, ¿Boogerd?, ¿Julich?, ¿Belli?, ¿Didier Rous? Hay poca gente que tenga la capacidad de sufrimiento de los ciclistas españoles cuando las carreteras se empinan por los interminables puertos alpinos y pirenaicos. Y es allí donde se reparten las mejores plazas para París.

Cantidad y calidad

Son 37 los españoles que participan este año. Segunda fuerza del pelotón tras los franceses, que no son muchos más: cincuenta. Y aparte de los que apuntan a la general, hay bastantes corredores con calidad para encontrar su momento de gloria. David Etxebarria y Chente García ya saben lo que es ganar una etapa del Tour. Capacidad que también está en las piernas de Eladio Jiménez, Aitor González, Laiseka, Carlos Sastre, Santi Blanco, Santos González, Iker Flores, Munain... Esto tiene buena pinta. Nos lo vamos a pasar bien este mes viendo las etapas del Tour.