P. P. San Martín

Picar en el anzuelo de Lucas Silva

Lucas Silva llegó al Madrid en el mercado de invierno de 2015 procedente del Cruzeiro, previo pago de 14 millones de euros. Ancelotti le dio minutos en nueve partidos, sin responder a la expectativa. Desapareció como humo camino de Marsella, donde en el Olympique no le quieren ni en el autobús. ¿Quién asume la responsabilidad en el Bernabéu de este fichaje/fiasco? Seguramente, nadie. El desembolso millonario se camuflará en gastos generales y nadie se sonrojará por traer de Brasil a un jugador sin nivel, ni para el Madrid ni para el OM, por más que Michel le intente echar un capote.

Lucas Silva es el que menos culpa tiene de su año horribilis con dos camisetas. En el Cruzeiro se le tenía por figura y alguien picó en el anzuelo en el Madrid con una contratación precipitada, innecesaria y económicamente generosa. Es posible que Lucas Silva tuviera fútbol que ofrecer, pero no con 21 años, aterrizando con forceps en Barajas en enero y a precio de jugador que puede resolver problemas. El brasileño cayó con cierta vitola de rondón, jamás se adaptó al Madrid y, por lo que llega de Marsella, allí tampoco ha caído bien que se resista a acatar la orden de irse al Anderlecht. El chaval está como loco por volver a Brasil y olvidar que alguien no le dijo toda la verdad.