Mourinho, la UEFA, Courtois, Guardiola

“Las decisiones de la UEFA no se comentan, se aceptan”, dijo Mourinho cuando fue preguntado por el tema Courtois. Tema espinoso, porque el jugador pertenece al Chelsea, está cedido en el Atlético y en las condiciones del acuerdo se establece que si se diere el caso, y se va a dar, de enfrentarse ambos clubes, el Atlético tendría que pagar tres millones al Chelsea cada vez que lo alineare contra él. Supongo que los pagará, aunque sea de tapadillo, ahora que la UEFA ha dicho que tal cláusula es inaceptable. Pero el Atlético aspira a renovar la cesión por una temporada más y para ello debe cumplir.

Seis millones por dos partidos son un dinero, pero la perspectiva de una final europea (y ante el Madrid o el Bayern) es demasiado golosa. Entre Courtois y Aranzubía, y que me perdone este, hay demasiada diferencia. En realidad, hay demasiada diferencia entre Courtois y casi cualquier portero, excluidos los de la gran élite. Ese portero y el delantero centro, Diego Costa, permiten al Atlético sacar el máximo partido a sus valores como equipo, que son elevados. A Mourinho, se le notó ayer, el tema no le hace gracia. Él también tiene un estupendo portero, pero encontrarse a Courtois enfrente no gusta.

Mourinho vino de mal humor, por cierto, y lo hizo notar. De repente se ha atascado en la Premier. Lo pagó con la descortesía de hacerse traducir al inglés las preguntas en castellano, idioma que domina estupendamente. Curioso: cuando era el segundo de Robson le hacíamos de menos, por traductor, como si saber un idioma más fuese un desdoro. Era un error. Ahora el error lo comete él, que en su viaje de traductor a traducido ha ganado copas pero ha perdido perspectiva. Hoy vendrá Guardiola, al que imagino respondiendo en catalán, castellano, inglés o alemán, según le pregunten. Maneras y maneras.