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LIVERPOOL - REAL MADRID

Rodgers: “Cristiano y Gareth Bale podrían correr en unos Juegos”

A Brendan Rodgers (1973; Carnlough) le ha llegado la élite a una edad temprana. El Liverpool apostó por él y ahora hay grandes de Europa que miran de cerca su trabajo.

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Rodgers: “Cristiano y Gareth Bale podrían correr en unos Juegos”

—¿Qué queda del Brendan Rodgers que llegó al Liverpool?

—He ganado en experiencia, la que te da dirigir a un club conocido en todo el mundo. Soy mejor entrenador de lo que era tras recalar en el Liverpool.

—¿Siente que está un paso por delante de lo que planeó hacer con el equipo? Casi gana la Premier en su segunda temporada en el club.

—Sí. Me trajeron aquí para regenerar al club, para devolverlo al lugar en el que estuvo. Debemos luchar por el título todas las temporadas, jugar la Liga de Campeones. Firmé un contrato de tres años con el objetivo de pelear por la liga y casi la ganamos en nuestra segunda temporada. Pero esa progresión natural del equipo ha sido detenida de algún modo este verano con la marcha de Luis Suárez y la llegada de nuevos futbolistas. En todo caso, es un buen momento para el club: tenemos una plantilla joven y, antes de mejorar, igual nos toca sufrir con este parón, pero seguro que nos beneficiamos a largo plazo.

—Eso de los planes a largo plazo… ¿Cómo se puede establecer ese tipo de planteamientos si a medio camino te venden a tu estrella? ¿No supone empezar de cero?

—Hay buena coordinación con los propietarios. Una de las cosas más importantes del fútbol de hoy en día es la estrategia. En algunos casos el mánager no cuenta para la planificación, pero a mí me han pedido que deje al club, el tiempo que esté aquí, en mejores condiciones de las que lo encontré. Eso y que mejore a los futbolistas que me pongan en mis manos. El club tiene buena salud: cosas como el nuevo estadio son excitantes. Podemos llevar a cabo esos cambios gracias a lo que entra por la Liga de Campeones y otros ingresos. También está mejorando el campo de entrenamiento. Todo eso es parte de la estrategia. No me preocupa mi futuro, sino el del club.

—Ha aprendido de muchos de los entrenadores que admira, incluido Alex Ferguson, que le escribió un carta en un momento bajo; Pep Guardiola, al que admira, y José Mourinho, con quien trabajó. ¿Cómo consigue sacar tanto de estilos tan diversos?

—Nunca me he visto con Pep. Iba a viajar para pasar cuatro días en Barcelona y ver sus entrenamientos, pero lo tuve que cancelar por las famosas nubes de cenizas. Finalmente la visita no encajó en otras épocas. Es un entrenador fabuloso y sé, sin conocerle personalmente, que es una maravillosa persona.

—¿Qué ha aprendido de Pep?

—Su amor y pasión por el fútbol, sus principios y sus grandes ideas, y la confianza que le da a la gente. Le he admirado desde la distancia, especialmente su valentía para jugar a este juego del modo en que lo hace.

—Usted recoge de aquí, de allá, y desarrolla sus propias ideas. Pero le debe bastante a Pep.

—Sí, en realidad mi influencia es de origen español. No sólo de Guardiola, es una fusión de los grandes clubes europeos. La mezcla del estilo español, el holandés y la mentalidad británica es muy difícil de batir. Siempre quise buscar una fusión entre los tres, y con tiempo para trabajar, creo que sirve también para mejorar a los futbolistas. Y la clave de todo es que sean felices. No se trata de lo que el entrenador diga o haga, de su currículum. Al final, la gente te medirá por lo que ganes, pero para mí el viaje es más importante que llegar.

—¿Cómo le fue con Mourinho?

—Fue una experiencia maravillosa, aprendí mucho. José es un gran planeador y se portó muy bien conmigo. Al final yo era sólo un entrenador joven. Me dio responsabilidad, y la presión que conlleva trabajar con grandes futbolistas cuando sólo tenía 30 años. Siempre le estaré agradecido por darme la oportunidad de entrenar al equipo reserva y estar cerca suyo y del primer equipo a menudo.

—Ustedes siempre tienen un momento donde la cabeza se les llena de dudas y les bloquea. ¿Ha consultado a José en uno de esos altibajos?

—La verdad es que no. Cuando eres entrenador lo normal es conversar con otros, pero siempre intentas mirar a las cosas desde diferentes puntos de vista para encontrar soluciones. José es un amigo, pero ahora estamos metidos en nuestro papel, en nuestro trabajo, y no tenemos la ocasión de charlar tanto como lo hacíamos.

—Alex Ferguson le envió una carta cuando le despidieron del Reading...

—Sí, así fue. Lo ha hecho con muchos entrenadores que están parados o los han despedido. Era un gesto para reforzar la unión de los managers. Tengo un tremendo respeto por cómo Alex transformó al Manchester United. Pero hay muchos otros entrenadores a los que admiro. Por ejemplo, David Moyes. Hizo una faena increíble en el Everton, aunque no ganara un título. Si yo los gano, se dirá que ese fue mi éxito, pero estoy convencido de que mi éxito real son los años anteriores, los que me llevaron al título. Valoro por encima de todo el camino para llegar a ser entrenador, el trabajo para mejorar a los futbolistas jóvenes.

—Al principio, usted hablaba de posesión, pero el Liverpool ahora juega a la contra a menudo.

—Mi filosofía está clara y la gente que me contrata la conoce, saben lo que llevo conmigo. Pasé los primeros seis meses intentando que se comprendieran y aceptaran mis principios. No fue fácil porque estábamos en la Europa League y había que implementar un estilo atacante y ganar. Y se necesita tiempo porque propongo un fútbol basado en el movimiento y la creatividad, y especialmente la ausencia del miedo. Tras cinco o seis meses, los jugadores empezaron a asociarse, a entender, trajimos a Coutinho y Sturridge, y eso nos permitió crecer. Como consecuencia, los últimos 18 meses hemos viajado en una alfombra mágica de evolución. Pero queda mucho por hacer. Algunos equipos pueden mantener la plantilla y añadir uno o dos futbolistas. Nosotros perdimos a un jugador de calidad mundial y ahora debemos continuar mejorando poco a poco pero sin parar.

—¿Qué hizo usted por Luis Suárez?

—Disfruté cada minuto que estuve trabajando con él, es un gran tipo. Es verdad que tenía algunas dificultades sobre el terreno de juego, pero sólo tengo palabras de elogio hacia Luis. Cada día llegaba al campo de entrenamiento preparado como lo hacen los futbolistas de élite, descansaba cuando tocaba... Magia, pura magia, un jugador mágico y buena gente.

—¿Cómo le irá en el Barça?

—Triunfará, sin duda. Hice un equipo para él. Se criticaba su eficacia, pero consiguió 30 goles el primer año que estuvimos juntos, 31 en el segundo. Le ayudamos a mejorar, y él nos ayudó a que el equipo creciera.

—¿Ya ha estudiado las debilidades del Real Madrid?

—Ahora mismo es un equipo con unas prestaciones tan altas como no se las he visto en muchos años. Lo tienen todo, mucha experiencia, grandes futbolistas, velocidad, técnica individual, es un conjunto fantástico y tiene en Ancelotti un maravilloso entrenador, buen tipo también que sabe cómo mejorar a los futbolistas.

—Y ahora es capaz de jugar tan bien a la contra como entre líneas

—Así es. Tienen un talento extraordinario sobre el césped, y tienen, como dije, la calidad individual para jugar en espacios cortos. Cuando hay campo abierto no hay nadie en el mundo mejor que ellos a la contra. Cristiano y Bale podrían estar en los Juegos Olímpicos con su velocidad en los cien metros.

—¿Es Cristiano, además de gran jugador, una referencia para otros futbolistas y entrenadores?

—Es un jugador fuera de serie. Su evolución en los últimos años, el modo en cómo se ha convertido en goleador ha sido increíble. Tenemos que saber pararle, pero hay peligro en otras partes del campo. Modric y Kroos son dos centrocampistas con mucha técnica que pueden jugar en corto, en largo. Admiro muchísimo a Sergio Ramos desde sus primeros días en el Sevilla. ¡Y ahora ha sido internacional más de cien veces! Es un magnífico logro. Es rápido, fuerte y tiene personalidad. Me encanta.

—¿Va a venir otro jugador español en los próximos meses?

—No.