-De nuevo vestido de rosa. ¿Cómo se siente?

-Completamos una etapa muy dura, fuimos a tope desde muy lejos. Luego Pinot lo probó, se le ve fortísimo en esta última semana. Dumoulin cedió la maglia y logramos el tiempo para ir a la contrarreloj con el liderato. Veremos cómo actuamos en la jornada final de montaña y la crono resolverá las incógnitas.

-¿Qué ocurrió en el descenso de Sappada, cuando Dumoulin se quedó cortado?

-Él marchaba en la parte trasera del pelotón y simplemente se aceleró para ponerle en alguna dificultad. No sé si pagó al final, pero perdió el primer puesto y lo recuperamos. Por sorpresa, conseguimos una situación ventajosa al descolgarse. Otros colaboraron, tanto con nosotros en cabeza como con él detrás.

-¿Cómo valora las declaraciones del neerlandés en las que aseguró que le gustaría que Nibali y usted perdieran el podio?

-Cada quien tiene su forma de pensar y de decir las cosas. Él hizo su estrategia y es respetable. En la etapa jugamos nuestras bazas, el equipo rindió magníficamente y cogimos la camiseta. No me van los juegos de palabras, no entro, simplemente hablo con respeto a los adversarios.

-¿A quién considera el más peligroso?

-Con esta desventaja, a Dumoulin, por la crono. A Nibali y Pinot les vigilaré en las ascensiones de este sábado muy de cerca.

-¿Confía en verse de rosa en el cajón de Milán?

-Vamos de primeros, tenemos la maglia y un grandísimo equipo. Intentaremos defender la prenda y honrar al Giro y a los espectadores, porque todo se decidirá en la contrarreloj. El nivel de la carrera está altísimo, lo comprobamos con los seis primero clasificados en apenas un minuto y medio en la lucha por el título.

-¿A full gas en la última jornada de montaña?

-Claro que sí. Me encantaría pillar más distancia con Dumoulin. No me sorprende que haya llegado hasta aquí con opciones de ganar, ha mejorado muchísimo la escalada.