Alberto Contador está viviendo un arranque de año algo accidentado. Aunque en cuanto a cuestión de fuerzas se muestra muy satisfecho (a pesar de que se le resiste la victoria, suma... ¡8 segundos puestos!), el madrileño, en apenas dos meses de competición y cinco pruebas disputadas, ya ha acumulado un buen número de incidentes, algo que se recrudeció en la Vuelta al País Vasco, donde en la cuarta jornada sufrió una aparatosa caída, además de dos averías. “Unas veces te toca a ti y otras a tus rivales”, se consuela el de Pinto, que espera que esta temporada lo mejor se esté haciendo esperar.

La anécdota de los perros en la crono

En su primera carrera de la temporada Contador mostró un gran nivel y llegó a acariciar dos victorias... sin que pudiese cerrar ninguna. No sufrió incidentes destacables, aunque sí una anécdota durante la crono de Lucena, cuando dos perros se cruzaron al de Pinto, que se llevó un buen susto. Tras esa contrarreloj, se quedó a un segundo del liderato que tomó Valverde y al que ya no se lo pudo recuperar.

En Abu Dabi se cayó y su equipo le arropó

Aunque en Abu Dabi participó apuntándose a última hora y sin intención de disputar la carrera, sí sufrió los nervios de los últimos kilómetros. En la primera etapa se fue al suelo en una caída donde también se vio envuelto Kittel, bastante peor parado que el madrileño. A Contador un compañero le cedió su bicicleta y fue ayudado por el equipo para reincorporarse al grupo.

Tensión y abanicos en París Niza

La carrera francesa era uno de sus objetivos del año... pero empezó mal. La ventosa primera etapa provocó abanicos en los que el madrileño se vio cortado y sufrió varias situaciones peligrosas. "Perdí tiempo, pero al menos no me he caído, he estado a punto varias veces", dijo en meta. Un ataque a 50 km en la última jornada le dejó a 2" del triunfo.

En País Vasco caídas, averías, pinchazos...

Tras una Volta más tranquila en este aspecto, Contador sufrió en País Vasco multitud de problemas. Si en la primera etapa se cayó en los últimos kilómetros sin consecuencias ("menos mal que caímos en césped"), en la cuarta vivió un verdadero suplicio. Una dura caída por unos bolardos en la carretera (que afectó más aún a Navarro, Cummings, Atapuma... retirados) le dejó muy magullado. Para colmo, también sufrió una avería y un pinchazo en los últimos kilómetros. "Si he pasado el día de hoy puedo pasar cualquiera", comentó resignado.

Todo tras un 2016 aciago

Un arranque accidentado que ha recordado a la temporada pasada, donde, tras un gran arranque de temporada, también sufrió varios incidentes. En las dos grandes que disputó, Tour y Vuelta, el madrileño se fue al suelo, teniendo especial relevancia los accidentes sufridos en Francia en un Tour aciago, donde dos caídas durante la primera semana le dejaron maltrecho, teniendo que abandonar en la décima etapa... por segunda vez en su carrera en la prueba francesa, donde otra caída le dejó fuera en 2014.

No cambió la inercia negativa en la Vuelta. Una caída en la llegada a Puebla de Sanabria, en la novena etapa previa al día de La Camperona, hizo que el pinteño tuviera que salir cubierto de vendajes a una de las jornadas claves, donde fue capaz de defenderse. Finalmente no logró plaza en el podio de Madrid.